Estados Unidos y Europa, ciegos para sí, miran a Cuba

Estados Unidos y Europa, ciegos para sí, miran a Cuba La Habana, 18 mar. – La mirada de la paja en el ojo ajeno y el desconocimiento de la viga en el propio, parece un viejo refrán ajustado hoy a las posturas de Estados Unidos y el Parlamento Europeo contra Cuba.

Nuevamente, la nación caribeña es blanco de una campaña mediática con el fin de desprestigiar su sistema político, económico y social, respaldado por la gran mayoría de los cubanos.

Otra vez, los agresores son los mismos de tiempos atrás, encaprichados en convertir a la Isla en seguidor de sus designios.

Estados Unidos y Europa carecen del más mínimo sentido común para darse cuenta que Cuba escogió su camino junto a los pobres de este mundo hace mucho tiempo, señaló a Prensa Latina una pareja de estudiantes universitarios mexicanos.

Llevo un lustro entre los cubanos, y nunca he conocido gente más solidaria, no tengo quejas de la salud pública ni la educación, y en altas horas de la noche transito por las calles sin temor a ser agredido, enfatizó uno de los jóvenes.

Dichos juicios causan malestar en quienes presentan al país antillano como violador de los derechos humanos, y alimentan su odio con campañas de mentiras y las más burdas tergiversaciones de la realidad.

La muerte de un preso común en cualquier parte de la tierra pasaría inadvertida, pero si el fallecimiento se produjo en Cuba hay noticia para rato, opinó un profesor de la Universidad de La Habana en diálogo con sus estudiantes de Periodismo.

En ese caso particular, consideró, pueden encontrar la manipulación por omisión, adición y tergiversación de los llamados medios poderosos en elevada dosis, pero no hallarán los principios éticos que deben regir esta profesión.

Quienes critican hoy a Cuba, víctima de agresiones de diversos tipos e innumerables intentos por destruir su Revolución, tienen demasiadas cuentas pendientes de explicación e ínfima reputación en materia de derechos humanos.

Cualquiera en este mundo podría preguntarse cuándo el gobierno de La Habana mandó a torturar en Abu Grahib, fue cómplice del traslado secreto de prisioneros no procesados o apoyó guerras injustas que causan la muerte a miles de seres humanos.

De acuerdo con cifras oficiales, la colaboración sanitaria de Cuba se extiende por 77 países con unos 38 mil profesionales al servicio de otros pueblos.

Cuando el líder de la Revolución, Fidel Castro, concibió la formación de miles de médicos lo hizo pensando en hacer justicia no solo para los cubanos, sino también para los pueblos del mundo, enfatizó recientemente el ministro de Salud Pública José Ramón Balaguer.

Sin embargo, esas son incómodas verdades para Estados Unidos y Europa, y para satisfacer sus caprichos no hacen más que mirar la paja ajena cuando la viga suya merece ser extirpada definitivamente.(PL)