Enamorados del amor

Enamorados del amorCada 14 de febrero es una fecha ideal para que Cupido, ese diosecillo travieso, haga de las suyas.  Lo peor, o digo mal, lo mejor, es que a veces no se detiene a reparar en edades y lo mismo ataca con su flecha mortal de amor a unos jóvenes de Secundaria Básica o a quienes ya, en la adultez mayor, pensaban que para ellos solo quedaban los achaques y las colas en la bodega.
  
Pero aun más, Cupido ha sido capaz de atrapar con su encanto hasta la inocencia infantil, y conozco a un vecinito de nueve años de edad, que obsequia cuanta cosa bonita encuentra en su casa a una niña, como prueba de admiración.
  
A casi nadie le desagrada ser blanco de las flechas de este Dios del Amor, lo preocupante es que en ocasiones conduce a  sus víctimas a pasiones no correspondidas, pero que con el tiempo se curan o tienen un desenlace feliz.
  
Por lo general, cuando llegamos a adultos, rememoramos de forma divertida y con cierta dulzura la primera declaración amorosa de los años de la adolescencia, cuando vestíamos el uniforme escolar y enamorarse era como una linda travesura que ocultábamos a nuestros padres.
  
En esa época, una canción podía convertirse en todo un himno, capaz de perpetuarse con el tiempo.
  
De ese sentimiento se han escrito numerosas cuartillas, algunas buenas y otras malas, como las desilusiones o los rompimientos de una relación, pero nadie puede negar los encantos del amor, que nos hace más humanos y nos descubre las más hermosas emociones.
  
Enamorarse siempre ha estado de moda, desde los tiempos de las cavernas hasta los actuales, de ahí que este 14 de febrero, Día de los Enamorados, hagamos votos para que prevalezca, por sobre todas las cosas, el amor. (Por María Elena Balán Saínz/ AIN)