Al sur

Se recupera El Olimpo, sin dioses

Santa Cruz del Sur, 29 oct .- En indetenible mejora hacia lo económico cabalga la Unidad Estatal Básica (UEB) El Olimpo, sin que requiera la asistencia de poderes sobrenaturales. Obreros y directivos apuestan por la eficacia y eficiencia en los deberes productivos.

Ese módulo fue creado hace mucho tiempo en la zona de Los Ingleses, en el Consejo Popular “Cándido González”, distante 28 kilómetros del municipio Santa Cruz del Sur. El entorno por esos parajes exhibe apacible el bramar del ganado y la campanada de las espuelas sobre las bestias, las que fecundan surtidas aspiraciones sobre el trabajo rudo.

Al dejar organizadas las cosas esenciales en los hogares, cinco mujeres salen hacia los potreros, a ellas destinados, para liberarlos del perjudicial marabú. Lourdes González Rubio, Yunia Jiménez López y Yuliet Campo López, opinan que es una labor compleja pero la vencerán poco a poco sin que los machetes pierdan el filo. En no pocas ocasiones los pinchazos de las puntiagudas espinas les han hecho ver las estrellitas.

“A esta maligna planta la liquido… quiero se desaparezca del terreno a mí asignado. No me voy a cansar hasta lograrlo”, dice Lusdania Soriano Monje.

Yunaisi Frómeta Aguilera algo más alejada de sus compañeras, afirmó, que la peliaguda mata no les amargará el carácter ni las pondrá feas. “Nos cuidamos lo que usted no se imagina. Cuando vamos a salir a pasear en compañía de la familia parecemos quinceañeras”.

Por una de las áreas de las vaquerías desempeñan las faenas los versados en la especialidad de la veterinaria. Se dedican a mejorar la raza vacuna empleando la inseminación artificial a la vez que previenen las enfermedades del ganado.

“Desparasitamos las reses y los equinos si les notamos síntomas. Si un ternero se debilita por alguna enfermedad le pasamos los medicamentos necesarios. Estamos siempre atentos para que ningún animalito ande mal en ninguna parte de la UEB”, puntualiza Maryelis Zamora González, técnico medio en veterinaria.

Mientras tanto Joaquín Brao Mejusto, técnico en inseminación artificial, devenido fisiopatólogo, es el encargado de colocarles el semen de un toro siboney o cebú a las vacas.

“Primeramente palpamos las trompas en el interior de sus genitales. Si están endurecidas, la vulva enrojecida y expulsa una secreción transparente, entonces se encuentran en celo, etapa primordial para introducirle a través de una varilla la esperma guardada en un recipiente que contiene nitrógeno, el cual se guarda en una nevera”.

Lo anterior es detectado, además, al encerrar las vacas junto al toro celador. “Se manifiestan en celo las que montan otros animales de su especie y se dejan montar del macho. Ya en esas condiciones son apartadas para un cuartón a fin de ser fecundadas”, acota Brao.

En las profundidades de San José

Cinco kilómetros sobre caballos resistentes se requiere andar entre la cobija de espesos montes, para poder llegar a la intrincada Unidad del montuno San José, donde un enamorado matrimonio atiende 680 toros de la raza cebú, los que se alimentan en los extensos potreros con yerba camagüeyana y pangola.

Ni los mosquinos, molestos insectos en las tenebrosas noches, han podido devorar el desmedido ánimo de Isela López Alemán y Tomás Fidel Acosta Proenza. “Encontrarnos tan apartados no quiere decir que nuestros seres queridos no vengan a vernos, se preocupan porque no nos falte nada. De igual modo se comportan los jefes y los vaqueros de El Olimpo”, señala la fémina.

Llevan más de tres décadas casados.”Tenemos hijos y nietos a los que amamos, pero es esta la misión que se nos ha asignado y es imposible dejar a los animales sin vigilancia. Su custodia día y noche es indispensable. Nunca les falta el agua ni los horarios de pastoreo. Fíjese que lindos están”, manifiesta Acosta.

Se juraron amor eterno sobre una algarroba en la que cada tarde se besan como si fueran novios, Isela, afirma: “Este sentimiento no lo destruye ni la cornada de un toro de mil libras”.

Avances económicos

Salvar algunos descalabros productivos para situar en vereda confiable a la santacruceña UEB El Olimpo, se encuentra en los positivos pensamientos y planes objetivos de la junta que tiene como presidente a Tomás Wilson Altacho, un hombre de piel muy negra cargada de la básica pureza revolucionaria.

“Fui responsabilizado con esta faena. Entre el resto de los directivos y los obreros sacaremos adelante lo planeado. Hemos mejorado la entrega de leche de vaca y para el 2016 aportaremos a la industria 32 mil litros”.

Los ojos verdes de Yordani del Toro Domínguez, el jefe de producción, lo afirman. “Progresamos día a día. Se recupera el autoconsumo, por lo que el alimento en el comedor es favorable. El venidero año venderemos una considerable cantidad de toros de ceba lo que nos aportará un millón de pesos, la ganancia permitirá mejorar la infraestructura económica de la UEB y la vida de los 89 trabajadores y su familia”.

Va en el habitual empeño de esta consagrada gente en llegar a ser grandes en la producción de carne y leche. Muchas serán las jornadas donde la utilidad colectiva resultará primordial para tales fines.