¿Qué son los penitentes?

Los penitentes son interesantes formaciones de hielo o nieve que se hallan a gran altitud. El naturalista inglés Charles Darwin fue el primero en documentarlas en 1839.

Son como altas y delgadas cuchillas, de crestas irregulares, cercanas entre sí. El aspecto puntiagudo hace recordar a los cucuruchos de cartón cubiertos de tela (capirotes) que usan los penitentes en las procesiones de Semana Santa.

Como describe Luisa Hurtado González, de la Agencia Estatal de Meteorología de España, son “un campo de agujas sobre un terreno seco, un auténtico bosque de saetas blancas que puede ocupar superficies más o menos amplias”.

Los penitentes pueden medir desde pocos centímetros hasta unos cinco metros. Son comunes en los Andes centrales y desérticos, en áreas donde hay glaciares y nieve y por encima de los 4 000 metros.

Bosque de penitentes/Pixabay.

Explica Luisa: “Si bien no se conoce perfectamente cómo se forman los penitentes, sí que se tiene alguna idea al respecto. Un manto de nieve se acumula en una pequeña depresión del terreno, en una zona con alta radiación solar y muy baja humedad; en estas condiciones, en las pequeñas crestas de la nieve, el agua pasará directamente del estado sólido (la nieve) al estado gaseoso (el aire) al tiempo que el manto de nieve circundante se va derritiendo; de forma que si estos procesos se desarrollan a diferente velocidad y el manto nivoso inicial acaba fundiéndose más deprisa que las pequeñas crestas de nieve, estas darán la impresión de estar creciendo “hacia abajo” acabando por convertirse en un penitente”.

En Plutón (planeta enano del sistema solar) se han identificado formaciones similares a los penitentes que miden varios metros, y se cree que también podrían existir en Europa, una de las lunas de Júpiter.

Penitentes en Chajnantor, Chile/Wikipedia.