Ciencia y Salud

Los milagros del venezolano Héctor Ciavaldini

San Salvador, 2 dic.- La posibilidad de sacar a la gente de las penumbras basta para que el cirujano venezolano Héctor Ciavaldini lo tenga bien claro: si volviera a nacer, igual sería oftalmólogo.

La vida -y la Misión Milagro- trajeron al prestigioso especialista hasta El Salvador, donde encabezó al equipo médico que devolvió la vista a más de 500 pacientes gracias a esta iniciativa solidaria de Cuba y Venezuela.

Con el apoyo del proyecto de integración energética Petrocaribe y ALBA Petróleos El Salvador, la Misión Milagro realizó jornadas de consulta, operaciones y evaluación en el hospital San Rafael, de Santa Tecla.

La primera fase comenzó en octubre pasado, cuando Ciavaldini conversó con Prensa Latina sobre el privilegio de ser parte de esta obra solidaria, que requiere mucho estudio y preparación, pero es espiritualmente gratificante.

Oftalmólogo del Hospital Militar de Caracas, Ciavaldini asume esta misión como un soldado y dirige su quirófano como un general que impone disciplina, consciente de la gran responsabilidad que tiene en sus manos.

La operación de cataratas es una cirugía de detalles y cada uno cuenta, por eso todo el equipo tiene que estar enfocado en cada paciente y a veces son 20 intervenciones en un día; señaló el veterano médico.

Vinculado a la Misión Milagro desde sus orígenes, en 2005, Ciavaldini ha vivido los avances en un procedimiento cada vez menos invasivo, que antaño requería hasta siete puntos de sutura y ahora deja heridas autosellantes.

Aún así, los pacientes salvadoreños y los miles que han recuperado la vista son atendidos con tecnología de primera generación, a tono con la esencia humanista de este proyecto solidario.

Para poner de relieve la impronta social de esta empresa, cada cirugía cuesta como promedio unos dos mil dólares, casi siete veces el salario mínimo en El Salvador, donde los pacientes son operados gratis.

Amén de la satisfacción profesional y personal que siente cuando devuelve la vista, Ciavaldini valora la ayuda a quienes no pueden costearse un procedimiento tan caro y que muchos explotan como una minita de oro.

La catarata es la principal causa de ceguera reversible, y por eso constituye un gran negocio, de ahí la grandeza del programa concebido por los líderes revolucionarios Fidel Castro y Hugo Chávez.

Esta obra es posible gracias al aporte logístico de la alianza energética Petrocaribe, representada en El Salvador por ALBA Petróleos, empresa líder en finalidad social que destina sus ingresos a proyectos solidarios. (Texto y foto: PL )