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Covid-19: Dos santacruceños ayudan a salvar vidas en Camagüey

“No me siento con miedo, yo soy enfermero hasta dormido, me interesa la vida de las personas y en esta misión hay que darlo todo y echar pa’lante”.

Así expresó el licenciado en Enfermería Isnel Oscar García Cabrera, quien lleva 18 años en el sector de la Salud en Santa Cruz del Sur, donde se ha desempeñado en la sala de cuidados intensivos, en la docencia y en el sistema de urgencias médicas (SIUM).

“Esta profesión es difícil pero reconfortante, porque me hace crecer como ser humano. Ver la vida de las personas en mis manos, lograr el propósito de prolongarla, de aliviar el dolor, de verlo sonreír de nuevo, es algo que uno lo siente cuando lo lleva dentro”.

Con esta convicción el galeno emprende una nueva tarea, pues comenzó a prestar servicios en el Hospital Militar de la ciudad de Camagüey, en la atención a los pacientes infectados por el nuevo coronavirus.

Horas antes de partir conversamos con él, en una visita realizada a su hogar y sobre la misión asignada afirmó:

“Creo que es una oportunidad que la vida y el país me está dando, sin utilizar más armas que mis conocimientos y representa la posibilidad de contribuir a salvar a las personas contagiadas con la Covid-19. Esto requiere de protegerme yo y de entregar el máximo de mí”.

Al igual que Isnel, en esta encomienda estará presente la experimentada enfermera Rosa María Quintana Garrido, de la Sala de Rehabilitación de la comunidad Jesús Suárez Gayol, quien con 36 años de trabajo, cumplió misión internacionalista en Haití, en días siguientes al paso del terremoto y en plena enfermedad del cólera.

“Allí vi una sociedad muy depauperada, con muchas necesidades, muertos en las calles y como los cementerios eran particulares se hacían entonces fosas comunes para enterrar a las personas. Los pobladores tenían mucha confianza en los médicos cubanos y por eso invadían espacios para, en casas de campaña, estar más cerca de la brigada. Pero también esa experiencia me sirvió para aprender a trabajar en condiciones muy precarias y a enfrentar cualquier dificultad que se presente”.

Hoy la vida le impone otro reto a esta consagrada madre y es el cuidado de los camagüeyanos con esta pandemia, que afecta a los países del mundo, y para ello deja atrás a su “niño” de 28 años y a su familia.

“Con mucho honor voy a cumplir esta misión y voy a ayudar a salvar vidas, que es para lo que estoy hecha. Me siento capaz y orgullosa de realizar la tarea. Allí cumpliré las normas y con disciplina todo sale”.

En conversación con el doctor Rolando Camejo Remón, director municipal de Salud Pública, explicó que en este territorio muchos trabajadores del sector dieron su disposición para participar en actividades similares y estos fueron los 2 primeros seleccionados.

El doctor agregó que ellos laborarán 14 días ininterrumpidos en la citada institución médica, después pasan igual cantidad en aislamiento y posteriormente unas jornadas de vacaciones en la casa, es decir que vuelven a ver a sus familiares cada 28 días.

La presidenta de la Asamblea Municipal Lesvia Fernández Molina, y el galeno, dialogaron con estos destacados profesionales y transmitieron el orgullo y la confianza depositada en ellos, ante esta gran tarea.

Isnel y Rosa, son dos profesionales de la Salud que laboran en diferentes servicios asistenciales en el sur camagüeyano, pero ambos con un mismo principio: curar y contribuir a sanar a las personas.

Por ellos, aplaudiremos más fuerte que nunca, lo mismo en el kilómetro 41 de la carretera Santa Cruz-Camagüey donde vive este muchacho o en los edificios de la comunidad Gayol, donde reside la fémina, lo importante es hacerle llegar el agradecimiento y la eterna gratitud por su altruista labor.

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