Camilo es también Héroe del Camagüey (+ Audio)

A la diestra de Fidel, respondiendo a su pregunta ¿Voy bien, Camilo? Así preferimos recordar a nuestro héroe de tantas batallas.

Enarbolando la mejor sonrisa, la más inocente, la que nacía de entre su poblada barba y se desbordaba como río de optimismo.

Marcado por la humildad, por la alegría de los deseos de cambiar al mundo desde su sencillo y grandioso puesto.

Los camagüeyanos lo recordamos más cercano. Con nosotros estuvo en el primer acto revolucionario por el Día Internacional de los Trabajadores, el 1ro de mayo de 1959. Ese día encabezó el desfile que partió de la Avenida de los Mártires, recorrió las calles República, Ignacio Agramonte y Cisneros, y llegó hasta el Casino Campestre. Entonces solo tenía 27 años, pero contaba ya con una madurez curtida por el amor y el deber.

“Esta unidad que vemos a diario en nuestra Patria –dijo entonces-, hay que mantenerla a toda costa. Todos los obreros deben unirse cada día más.

“Trabajadores, ustedes deben estar conscientes del momento que vivimos, que son muchos los enemigos escondidos y en espera del momento de atacarnos ¡No se dividan! ¡No podemos dividirnos! Ejército, pueblo y obreros debemos estar cada día más unidos.

“Antes nos preguntábamos ¿armas para qué? Hoy decimos, necesitamos armas para combatir a los contrarrevolucionarios y a los enemigos de Cuba que intentan arrebatarnos este hermoso triunfo”.

Así le habló el joven Camilo a los cientos de camagüeyanos que lo escuchaban allí reunidos.

Aquí, puede decirse, vivió él sus últimas horas. Aquí vino en octubre del propio año del triunfo revolucionario a cumplir una  misión encomendada por Fidel. Y de aquí salió hacia la posteridad.

Fue en Camagüey donde Camilo se nos hizo inmortal a los cubanos, y es entre nosotros, que se siente tan vivo.

Vivo en la memoria, en el ejemplo, en el recuerdo. Vivo en la pureza de esta obra gigantesca con la cual soñó.

Así preferimos recordarlo: sencillo en su hidalguía, modesto en su grandeza, risueño en el combate diario, vivo en medio de una muerte incierta; vivo en la vida en que no muere. (Foto: Archivo) (Audio: Miozotis Fabelo Pinares)(tomado de Cadenagramonte)(Por Mariela Peña Seguí/ Radio Cadena Agramonte.)