Un Plancton para reír y pensar

Un Plancton para reír y pensar“Santo Progreso”, por el Colectivo Teatral Plancton, de Chile, es una de esos espectáculos que de principio a fin, atrapan al espectador que lo suman como un divertido cómplice más y lo obligan, a golpe de inteligencia, a reflexionar uno de los vitales dilemas de la especie.
  
Andrea Miranda, Cristóbal Prado, Fernanda Pazols, Javier Deramond y Keilin Passig, son de esos comediantes de casta con infinitos recursos, fantasía desbocada y un envidiable entrenamiento teatral, capaces de hacer desternillar de la risa al más pinto de la paloma.
  
Pero ojo, que su propósito no es hacer reír por hacer reír, porque "Santo progreso" es un estímulo eficaz para mover el músculo de pensar y poner una alerta roja a la voracidad de las transnacionales y los políticos veniales.
  
Para ello echan mano a una centenaria y probada técnica de las artes escénicas, la de los buenos payasos y no se cortan al hacer referencias directas al cine silente, al teatro dentro del teatro, al juego con el público o cuanta cosa  les sea útil para comunicar su mensaje.
  
Pero lo que de veras encanta es la excelencia de las actuaciones en esta creación colectiva que hace derroche de sagacidad y fantasía, con una casi ascética sobriedad de recursos.
  
Apenas un paño y contados elementos les bastan a estos consumados actores para desatar la magia de esta representación, centrada en el talento histriónico de cada quien y el acertado empleo de las voces y los cuerpos como protagonistas y parte de la escenografía de la puesta en escena.
  
Plancton, alimento básico de animales superiores, según consigna el mataburro de la Real Academia de la Lengua, vino a este XIII Festival Internacional de Teatro de La Habana, como una bendición imprescindible para los paladares que necesitan pensar mientras se saborean. (Por Octavio Borges Pérez/ Servicio Especial de la AIN)