El sencillo orgullo de ser mujer

El sencillo orgullo de ser mujerSer mujer es algo para sentirse orgullosa, porque tenemos poderes, aunque éstos vayan más allá que el del milagro de dar vida, o de vivir por el amor.

Soy mujer porque estoy llena de instintos, de misterios, de incertidumbres, de preocupaciones y ocupaciones, de penas familiares, de los problemas de mis hijos, de los de mis amigas…

Aunque también estoy plena de éxitos, de fuerza y, sobre todo, porque pocas veces decido rendirme antes de buscar miles de alternativas para solucionar los problemas.

Soy mujer, y eso significa fuerza y vitalidad, dirección y seguridad, capacidad para reconocer cuándo me equivoco, y también orgullo de mí misma cuando logro salir adelante después de una larga batalla.

Solo basta que la vida me ponga las pruebas. Les pongo el corazón y las enfrento, casi siempre con lágrimas en los ojos, pero con seguridad en el alma.

Soy mujer porque soy paciente, tierna, incondicional, porque doy sin esperar, porque tengo el privilegio de dar vida.

Soy mujer porque tengo luz, porque soporto y lucho cada día por un espacio en la sociedad, a la vez que soy ama de casa, madre, esposa, profesional, y rindo en todo, a veces con un poco de cansancio, pero siempre con la convicción de que estoy hecha para ello.

Soy mujer, y me levanto cada día con una sonrisa agradecida por serlo. Orgullosa de todo el trabajo que me espera, y que solo en mis manos podrá realizarse.

Soy una mujer. Y tengo en la sangre la estirpe de quienes me dieron la vida. Tengo la fuerza de todas las que vivieron antes que yo y forjaron con sus obras, paso a paso, la historia de mi país, de esta Cuba hermosa, que me abre cada día nuevas puertas para que me desarrolle y me haga una mujer plena. No sin problemas, ni sin complicaciones, solamente con una gran dosis de heroísmo diario.

Cada día es bueno para alegrarme porque soy mujer. Y para compararme con aquellas que, lejos de celebrar, tienen hoy que luchar por sus derechos, maltratadas, humilladas, discriminadas.

Vivo en un mundo imperfecto. Pero todas mis acciones, todos mis días, todo mi afán, van encaminados a mejorarlo.

Soy mujer porque soy hermosa, fuerte e imprescindible. Y cada día de mi vida me levanto con el mismo pensamiento: ¡Qué felicidad, soy una mujer! (Foto: Archivo/Cubadebate)