Héroes del anonimato

Héroes del anonimatoHay nombres sin rostros. Hombres anónimos fundidos en escudos invisibles, desde donde impera la necesidad de hacer; dar desde la profundidad compartimentada, para ocultos en el silencio contrarrestar desde las actividades de Inteligencia y Contrainteligencia.

Martí es fuente indispensable. Su ejemplo destella como conspirador y combatiente revolucionario. Mucha presencia tiene en la historia la labor secreta del Apóstol en el periodo conocido como Tregua Fecunda o Reposo Turbulento, como él mismo lo calificara.

Un enero nació al brotar el año 1959, fecha temprana desde la cual los Órganos de la Seguridad del Estado (OSE) se nutrieron de cubanos agradecidos, maravillados por la conquista de los humildes, por los humildes y para los humildes.

Vigilantes desde las sombras, dispuestos a morir para que la obra construida nadie la pueda derribar, es el homenaje permanente a los que derramaron su fértil sangre por defender lo odiado por el imperialismo. Nuestros muertos son inolvidables porque son paradigmas del más sagrado deber: la Patria.

Orgullo sentimos de esa actitud inquebrantable de los Cinco Héroes cubanos. El duro encarcelamiento donde permanecen Antonio, Gerardo y Ramón no ha podido ni podrá doblegarlos, como no hizo mella en René y Fernando, ya junto a sus familiares, y en plena lucha por lograr la liberación de sus hermanos.

El gobierno norteamericano, vinculado estrechamente con la mafia miamense y la CIA busca todo tipo de métodos para subvertir la firmeza socialista en la Isla. Aspiran a sembrar la desconfianza en los más jóvenes, para restarle credibilidad a la máxima dirección del país. ¡Qué poco conocen a este inmenso semillero de mártires como Julio Antonio Mella, José Antonio Echeverría, Rafael Trejo, Antonio Guiteras…!

Vinieron, como esperaba el pueblo, los golpes demoledores para los grandes monopolios: Leyes de Reforma Agraria, Reforma Urbana, nacionalización de centrales azucareros, bancos, empresas eléctricas y telefónicas, entre otros. Todo esto debilitó la base económica estadounidense en la Isla.

La contrarrevolución creció atrayendo a elementos afectados y de otros grupos “amantes” del sistema imperialista. Recibieron el apoyo logístico y propagandístico de la CIA y del alto clero católico, además de otros sectores religiosos.

Supo la contrainteligencia cubana penetrar, obstaculizar y aniquilar las acciones de los serviles y entreguistas, direccionados a promover la subversión, los sabotajes, la piratería, asesinatos y atentados a nuestros máximos líderes.

El abastecimiento de agentes, las operaciones enlace mediante la realización de marcas, incluidas las comunicaciones agente centro y viceversa, fueron detectadas eficazmente. Quienes subestimaron la audacia de los OSE, se despeñaron en sus propios precipicios.

Ni el diversionismo ideológico montado en el carril de la subversión económica y el trabajo de penetración cultural, han hecho dudar a este pueblo por un instante, el significado del socialismo como el sistema más humano y mejor, sobre el cual seguiremos construyendo millones de victorias.

Como señalara Fidel, la lucha ha sido dura, muy heroica: “… Nuestro pueblo venció por la energía con que combatió esas acciones”. (Por: Raúl Reyes Rodríguez/ Colaborador de Radio Santa Cruz)