Deporte

Daniel: la pasión del lente bajo el mar

Para encontrarlo se recorrieron más de 200 kilómetros desde la ciudad de Matanzas hasta llegar a Punta Perdiz, sitio paradisiaco en la Ciénaga de Zapata, al sur de Cuba, donde existe uno de los centros internacionales de buceo más atrayentes de la Isla.

Daniel Pérez Hernández estaba bajo el agua con un grupo de franceses quienes admiraban las bellezas de la profundidad guiados por este instructor de buceo que, además, es varias veces campeón en la modalidad de fotografía subacuática.
   
Con 52 años de edad y sonrisa generosa, Daniel (empapado y despojándose de sus equipos de bucear) confiesa su pasión por el mar.
   
Los casi 20 años en actividades subacuáticas le permiten conocer los fondos  de Cuba; pero opina que en la zona de Punta Perdiz (entre Playa Larga y Girón) existe la mayor concentración de esponjas del país; también las variedades de corales y la fauna marina exótica es inigualable.
   
En 2004 descubrió que hacer fotos debajo del agua, a pesar de ser muy difícil, resulta emocionante. En la oscuridad del mar, con el lente, revelaba secretos de algas, peces, corales, esponjas y medusas diversas, las cuales luego mostraba a sus amigos y familia.
   
Desde entonces y hasta la actualidad, Daniel atesora una treintena de premios en los principales torneos de fotografía convocado por la Federación Cubana de Actividades Subacuáticas (FCAS) y en otros de carácter internacional, organizados por la Confederación Mundial de Actividad Subacuática (CEMA).
   
Hoy, después de las más recientes competencias, ostenta el primer lugar en la Isla y el cuarto a nivel internacional, y se encuentra en la selecta lista entre los 10 mejores del mundo en la categoría fotografiar peces.
   
En esos campeonatos, de alto rigor, se lidia en varias modalidades como son fotografía de ambiente, de fauna y macrofotografía, esta última la preferida por este buzo-fotógrafo, quien adora a los pequeños animales que viven en el agua, los mínimos detalles de estos y de las plantas marinas.
   
Mientras se quita las “patas de rana” habla con emoción de todos los sitios que conoce debajo del mar. Sus exploraciones por varios puntos en toda Cuba y  la admiración por la tranquilidad de las aguas, variedad de colores, temperatura, barreras de coral y la visibilidad en la Bahía de Cochinos, sitio al cual acuden centenares de visitantes de muchas partes del mundo a bucear y disfrutar de las bellezas naturales.
 
El sol comienza a hacer estragos en el mediodía de octubre. La quietud de las aguas en la segunda bahía más profunda de la Isla (alcanza unos 800 metros) invita al chapuzón; pero Daniel debe regresar con los franceses a la Villa de Playa Girón.
   
Deja sus fotografías, testigos únicos e irrebatibles que le avalan como campeón. Tal vez, en la próxima, reportaremos desde el fondo del mar…(AIN)