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Protegen gran reserva forestal cubana en Pinar del Río

Pinar del Río, Cuba, 27 sep.- Valorada como una de las zonas de mayor endemismo en Cuba, el área protegida de Mil Cumbres abriga hoy a 52 especies vegetales exclusivas de ese paraje, tesoros de la flora insular.

El área, extendida por tres municipios de esta occidental provincia, posee una superficie total de 17 mil 220 hectáreas, más del 70 por ciento de ellas están cubiertas por formaciones boscosas de alto valor, declaró a Prensa Latina Sacarías Hernández, jefe técnico de la reserva.

Comentó que a diferencia de otras regiones del país, en Mil Cumbres predominan los bosques naturales, en su mayoría mixtos y con elevada presencia de pinos, cuya antigüedad sobrepasa el medio siglo.

Se trata de un sitio que admite una explotación sostenible durante 25 años, agregó el experto.

Al referirse a las medidas para preservar las variedades catalogadas como endémicas locales y nacionales, explicó que viven en áreas de conservación estricta, donde no se permite ninguna acción salvo las de vigilancia, monitoreo e investigación.

Hernández aseguró que los especialistas radicados en el privilegiado escenario protegen a 62 especies con diferentes grados de amenaza por lo reducido de sus poblaciones.

Entre las rarezas de la demarcación asoma la palma Trinax yuraguana, distinguida por su diminuta talla, así como la Phania Cajalvanica, una hierba de poderes medicinales que sustituye a la manzanilla, ambas clasificadas como únicas, pues habitan exclusivamente en ese lugar.

Solo en la ladera sureste de la meseta de Cajálvana existe 0,06 por ciento de endemismo local por cada kilómetro cuadrado, considerado un valor significativo para la isla, subrayó.

Junto a su miniorquideario, Mil Cumbres abriga también a más de un centenar de especies de aves, que encuentra allí condiciones ideales para desarrollar su ciclo vital.

Las cavernas dentro de la cordillera de Guaniguanico resguardan sitios arqueológicos vinculados a los aborígenes y a los cimarrones o esclavos rebeldes.

Pinturas rupestres perduran en las paredes de las grutas, exploradas por científicos del territorio. (PL)