El efecto dólar invade los mercados mundiales

El efecto dólar invade los mercados mundialesLa Habana, 27 sep.-  La Burbuja Madre del Dólar crece e invade los mercados mediante flujos de capitales especulativos, atacando a monedas como al yen japonés y formando burbujas como la de la deuda soberana y el oro.

  El Banco Central de Japón acaba de realizar su mayor intervención histórica en los mercados monetarios para contrarrestar la persistente apreciación del yen frente al dólar, provocada por ataques especulativos mediante crecientes flujos de capital, con operaciones conocidas como "carry trade".

Este método especulativo se utiliza para obtener ganancias con el diferencial provocado, alterando el valor de una moneda artificialmente, al comprar la misma con grandes flujos de otra divisa (por lo general dólares) y después vendiéndola, ocasionando su devaluación o viceversa.

Ello tiene consecuencias en países exportadores como Japón, pues lleva a la inestabilidad monetaria y causa desventajas en el comercio internacional, al encarecerse los productos que vende y disminuir su competitividad.

Sirve de sustento y estímulo al "carry trade" la emisión cada vez mayor de dólares, principal moneda de reserva y aún considerada de referencia mundial.

Esas emisiones ocurren sobre todo desde el inicio de la crisis, lo que ha contribuido a depreciar al billete verde, debido a que la Reserva Federal (FED) o banco central de Estados Unidos., ya no tiene otro recurso para enfrentar las obligaciones y déficits financieros de la nación.

La crisis del crédito paralizó la inversión, agudizó la contracción del crecimiento, el desempleo, el gasto y afectó las bolsas o mercados de acciones en los países capitalistas desarrollados.

Ante esa situación, los inversionistas están optando por fuentes estables de ingresos y buscando refugio en el oro, los mercados emergentes y provocando una ola de compra de bonos de todo tipo, hasta los llamados "basura", no obstante las advertencias de que están gestando nuevas burbujas, tanto de activos como los bonos.

Esa es la causa de la formación de la mayor burbuja financiera de la historia del capitalismo: La Burbuja Madre del Dólar, que a su vez origina y alimenta al resto de las burbujas financieras que se han formado y crecen ya con riesgo de estallar.

Así, desde hace meses, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estado alertando a los mercados emergentes sobre los crecientes flujos de capitales especulativos -llamados también "golondrinas", por emigrar rápidamente-, lo que amenaza con desestabilizar sus monedas y economías con burbujas de activos.

Ahora, el debilitamiento de los fundamentos económicos, o sea la contracción de la economía, impide el fortalecimiento del dólar, aún utilizando mecanismos especulativos.

Esa situación aumenta el diferencial del valor real del dólar con el resto de las divisas y monedas de los mercados emergentes, algunos de ellos con acelerado crecimiento, liderados por China.

Estados Unidos está aumentado la presión para que China aprecie su moneda, el yuan.

Desde hace algún tiempo, se ha hecho habitual en los períodos electorales que Estados Unidos culpe a China de su déficit comercial, el desempleo y la pérdida de competitividad en incremento.

En realidad, si China aceptara esos reclamos, los consumidores estadounidenses verían aumentar los precios de los muchos productos que importan del país asiático y los inversores de su primer socio comercial también saldrían perjudicados.

A la FED, después de agotar todas sus herramientas de política monetaria, especialmente las tasas de interés, solo le queda continuar con la llamada "flexibilización cuantitativa", una fracasada fórmula experimentada en Japón durante una década de deflación, consistente en inyectar (de diversas formas) liquidez o dinero en el mercado para intentar reactivar la economía.

En el caso de Estados Unidos, debido a la hasta ahora posición privilegiada por ser el emisor de la moneda mundial, la FED se dispone a continuar imprimiendo sus dólares y poniéndolos en circulación.

Por esta causa, entre otras, los dólares estarán cada vez más devaluados y a la vez, debido a su pérdida de poder adquisitivo, generarán más inflación.

Este fenómeno origina nuevas presiones en la deflacionada economía interna, cuando en el mercado internacional la tendencia es al aumento de los precios de las materias primas básicas, especialmente el petróleo y los alimentos, impulsados por la demanda creciente de las naciones emergentes y los desastres naturales generados por el cambio climático.

De esta manera ocurre otro nuevo fenómeno en la economía capitalista: "la inflación por deflación" o inflación importada, cuya medición estará determinada por el diferencial de las presiones deflacionarias de los mercados deprimidos internos y las inflacionarias en los mercados internacionales principalmente, entre otros factores.

Ya nadie duda de lo que denominan caída en doble recesión de los países desarrollados, cuando en verdad lo que se ha registrado desde antes del inicio de la crisis en el 2007, es la contracción de sus economías por los grandes cambios estructurales tanto a nivel local como global y el neoliberalismo.

Ya nadie duda de lo que denominan caída en doble recesión (o ¿W) de los países desarrollados, cuando en verdad lo que se ha registrado desde antes del inicio de la crisis en el 2007, es la contracción de sus economías por los grandes cambios estructurales tanto a nivel local como global y el neoliberalismo. La caída es en "L", hasta que toquen fondo.

La supuesta recuperación anunciada por las naciones desarrolladas, fue lograda manipulando algunos sectores de la economía, utilizando los paquetes de estímulo fiscal, que son insostenibles y tienen que cesar, en medio de los ajustes presupuestarios y el alza del desempleo que es estructural e irreversible y las explosiones sociales en incremento.

De esta forma la crisis, que ahora llaman la Gran Recesión, parafraseando a la Gran Depresión de los años 30, es más bien un "Súper crack" sistémico progresivo, que se inicio con el estallido de la burbuja inmobiliaria, la crisis del crédito después y continuó con la crisis fiscal. Todas en desarrollo y profundizándose.

Pronto se sumará una nueva fase: "la contracflación" que es suma de la contracción económica en marcha y la inflación por deflación, integrada por las anteriores fases originadas por los cambios estructurales y las prácticas del neoliberalismo, que lejos de ser eliminado, se está transformando y fortaleciendo, burlando las supuestas y engañosas nuevas regulaciones financieras.

Dada esta situación y paralelamente, todos los indicadores o procesos económicos y financieros de los países desarrollados se acercan a un "punto de inflexión", en el que será evidente el colapso de sus economías y la imposibilidad de regresar a los niveles de crecimiento anteriores a la crisis, entre otras terribles y dramáticas consecuencias.

La Reserva Federal ya ha comprado 2,3 billones (millones de millones) de dólares en activos, incluyendo bonos del Tesoro de EE.UU. y valores hipotecarios por 1,7 billones de dólares y se dispone a estructurar un nuevo programa, que agravará todos los problemas que genera la inundación del planeta con el billete verde o "Efecto Dólar".

Pero para alivio y esperanza de la humanidad, las riendas decisivas de la política monetaria y la economía global, están cada vez menos en manos de Wall Street. (Por: Santiago Brugal Almanza (Prensa Latina *)

(*) El autor es periodista, jurista, fue diplomático y miembro de la Comisión Económica de la Asamblea General de la ONU y colabora con Prensa Latina.

(PL)