Si te afeitas, protege tu salud

Si te afeitas, protege tu saludTras la moda del rasurado hay una estela de consecuencias poco conocidas, que incluye daños, irritaciones, foliculitis, y aunque es poco frecuente,  hasta una infección de transmisión sexual.
  
“La piel es la primera barrera del organismo y los vellos forman parte de ella. El rasurado la afecta, y cada posible lesión es asiento de enfermedades”, afirma Nilda Álvarez Osoria, especialista en Medicina General Integral y trabajadora de la Universidad de las Ciencias Informáticas.
 
“Los perjuicios varían según la zona afeitada y el organismo. Aquellas personas que se rasuran la cabeza están más desprotegidas de los rayos solares y padecen con mayor frecuencia jaqueca.
  
“Quienes lucen un tatuaje en vez de cejas, rara vez tienen complicaciones, pero deben estar conscientes de que alteran procesos naturales como el recorrido del sudor, que ahora les caerá directamente en los ojos”, advierte la especialista.
  
“Las piodermitis son infecciones de la piel y dentro de ellas existen algunas originadas, entre otras causas, por el afeitado. Una de ellas es el forúnculo, popularmente conocido como “pelito enconado”, explica Mabelys Cartaya,  dermatóloga de un policlínico del municipio habanero de San Antonio de los Baños,
 
“Se origina por una lesión en los folículos pilosos (orificios por donde salen los vellos) y comienza con una pequeña pústula hasta formar un centro de tejido muerto que drena pus. Los forúnculos son muy dolorosos y generalmente  aparecen en las axilas”, precisa.
 
La doctora Cartaya informa que ese enrojecimiento en el cuello luego de rasurarse, con sensación de picazón o quemadura, y pústulas inflamadas no es más que otra patología: la foliculitis de la barba.
 
“Existe también la pseudofoliculitis de la barba, causada cuando el vello en su crecimiento se enrosca y penetra nuevamente en la piel produciendo reacción inflamatoria”, asegura, y agrega que este padecimiento es más frecuente en las personas de piel negra.
  
“Para quienes la adolecen son útiles las máquinas de afeitar eléctricas, se recomienda no rasurar a ras, y en casos rebeldes, la medida es dejar crecer la barba”, aconseja.
  
Más del 50 por ciento de los pacientes del especialista en Ginecología y Obstetricia Lázaro López Baños se afeitan los genitales y él está convencido “científicamente”  de que ello es incorrecto.
  
“Si uno pone en una balanza beneficios y desventajas, se dará cuenta que los primeros son pocos. Se trata más bien de una cuestión de moda. En el pubis se alojan microbios, pero lo adecuado es rebajarlo, no rasurarlo”, sostiene.   
   
“El motivo esgrimido por muchos, la higiene, es falso pues en el vello púbico recortado y con una adecuada limpieza no tiene por qué haber fetidez, afirma.
   
Según López Baños, en las lesiones en los genitales por el afeitado tienden a alojarse algunos hongos, bacterias como la monilia y los estafilococos.
   
También el rasurado aumenta la posibilidad de padecer dermatitis (inflamación de la piel) y en el caso de intercambio de cuchillas entre dos o más personas se puede contraer una infección de transmisión sexual, siendo la más común por esta causa el herpes simple.
  
Aunque no es algo nuevo depilarse, pues griegos y romanos lo hicieron, en el  mundo actual existen métodos como la depilación láser, ceras depilatorias y otras maneras de eliminar los vellos.
  
En Cuba, la población emplea mayoritariamente cuchillas de afeitar desechables. Pero no todos saben rasurarse correctamente, ni de ciertos cuidados que le harán el proceso más fácil.
  
La premura de la vida actual, el desconocimiento y la indisponibilidad por causas económicas o de otra índole, de productos como cremas y cuchillas con mayor calidad atentan contra la excelencia del afeitado.
  
Mabelys Cartaya, dematóloga,  recomienda que la noche anterior al rasurado se debe aplicar crema humectante y que en el momento del proceso es conveniente limpiar primero la piel para eliminar el sudor y la suciedad…
  
“El agua a utilizar debe estar caliente para que dilate los poros, y en ella debemos “zambullir” la cuchilla antes y después del afeitado, a fin de aniquilar los microbios”, enfatiza.
  
"No es correcto usar jabón, manifiesta, pues en ocasiones causa resequedad y atascamiento en las hojas, lo ideal es un gel humectante. A falta de este se puede emplear champú o acondicionador".
  
Ante el primer signo de falta de filo o incomodidad, la especialista Nilda Álvarez Osoria exhorta a reemplazar las hojas, pues las nuevas reducen las cortadas y la irritación, e insiste en que algunos presionan demasiado, y los movimientos deben ser suaves, sobre todo en aquellos que padecen de acné.  
  
Es importante señalar –dice Álvarez Osoria – que el corte debe ser en el sentido del pelo y que las zonas más difíciles como la parte posterior de la rodilla, los muslos y áreas como los tobillos, donde los huesos están pegados a la piel, conviene dejarlas para el final y así permanecen en remojo, los vellos se ablandan y son más fáciles de eliminar.
  
“Por último, es necesario humectar bien para restablecer el equilibrio natural de la epidermis y compensar las pérdidas de humedad que produce el rasurado. No deben  aplicarse productos como perfumes u otros que contengan alcohol, ellos sólo causarán irritación”, concluye. (Por: Javier Macías Ortiz, estudiante de Periodismo/ AIN)