Ahorrar debe ser constante

Mediante las medidas de ahorro puede ser amortiguada en magnitud nada despreciable la adversidad provocada por el panorama internacional —particularmente el bloqueo impuesto por Estados Unidos— y las zancadillas de la naturaleza. Sin embargo, todavía existen márgenes que aprovechar en el asunto.
  
A pesar de la insistencia de los medios de prensa, aún existen entidades y personas quienes pasan por alto que el país debe erogar cuantías considerables de dinero por concepto de la subida de los precios en los alimentos y el petróleo; al tiempo de la amenaza por otra sequía.
  
Es cierto que se aprecia mayor racionalidad e integralidad en el proceso inversionista, priorizándose aquellos objetivos que en el corto plazo pueden propiciar la generación de ingresos y sustituir importaciones, y se emplean más eficientemente los recursos que se disponen.
  
También se han disminuido los inventarios, en atención a los ciclos de rotación, expresándose en la reducción de importaciones; mientras gana terreno el principio de no gastar más de lo permisible por los ingresos previstos.
  
El gobierno cubano estima para este año el ahorro de aproximadamente 235 millones de dólares por concepto de sustitución de importaciones, insuficiente de acuerdo con las necesidades existentes y las potencialidades de la nación.
  
En cada centro de la producción o los servicios deben chequearse periódicamente el empleo adecuado de la electricidad, el consumo de agua y la utilización eficiente de combustibles y lubricantes, entre otras acciones.
  
El sector residencial, por su parte, debe intensificar más las medidas de ahorro energético de cara a la proximidad del verano.
  
En fin de cuentas, ahorrar debe ser una constante. (Por Noel Manzanares Blanco/Servicio Especial de la AIN)