Cien años de tradiciones y arraigo popular

Santa Cruz del Sur, 3 may.- Las tradiciones haitianas y jamaiquinas están presentes en un pueblo con 100 años de historia y arraigo popular. La localidad de Haití en el municipio Santa Cruz del Sur, es una comunidad pequeña y alejada de la ciudad de Camagüey, pero con personas emprendedoras que contribuyen al avance de su demarcación.

En este terruño vive Elena Scarlet, una anciana de 91 años de edad, que su familia llegó de Jamaica y se asentaron en estas tierras antes de 1959.

‟Yo trabajé en una casa de los Plaza de criada, de muchachita, si, que ahí trabajaba por un plato de comida y una ropa vieja. Yo tenía doce o trece años si acaso, no iba a la escuela. A partir del triunfo de la revolución ya si la vida cambió, yo estudié me hice mecanógrafa, fui graduada de la escuela de Círculo Infantil, trabajé dirigiendo la Federación por muchos años, fui capacitadora del MINAZ por más de diez años ahí fue donde me jubilé. Hoy tengo 91 años, el 29 de julio cumplo 92. Estoy ya en la casa, estoy jubilada. Mi hija es una ingeniera, mi nieta es doctora, fue a Venezuela, cumplió misión, ahora vive en Cienfuegos”.

 

Aunque no es natural de la localidad, Osvaldo Leiva Barreras  aporta al desarrollo educacional y al trabajo comunitario en Haití, además de otros méritos que lo hicieron merecedor de la distinción de Hijo Ilustre de la provincia de Camagüey.

‟Todo lo que he hecho toda mi vida es trabajar en educación, yo vengo del campo, de un campesino que no tenía nada y un día estudió y se hizo maestro. Trabajó en el sector rural, fui inspector de municipio, estoy actualmente de director de escuela que es la función que más me gusta. Yo llevo ya 48 años dirigiendo escuela y 52 años en el sector, ya tengo 67 años, estoy en condiciones de jubilarme pero yo mientras que respire  estaré trabajando para los niños y para la comunidad”.


Un médico alegre y dinámico es Javier Ramos La Rosa, joven que se ha ganado en poco tiempo de labor, el reconocimiento social de sus pacientes en la comunidad de Pino TRES y de los que asisten al policlínico local.

‟Los pacientes de Pino Tres son muy buenos, son gente humilde, que llegan allí al consultorio y me brindan de un vaso de agua hasta un plato de almuerzo, no son pacientes indisciplinados, aquí en el hospital me desempeño muy bien, me ven como médico en la calle, todo el mundo me dice médico, llego a los lugares y ya no es Javier ahora es médico, vas a un lugar y todo el mundo te quiere, todo el mundo te saluda, te invitan, te llaman. Para mi ser médico, eso es lo más grande que me ha pasado en la vida, eso es una virtud, siempre cumplo con todas las donaciones, hago terreno y me monto en una bicicleta y voy a Trinidad y voy al Sao y la gente me ve y le hago recetas y le tomo la presión”.

Hoy a 100 años de fundado y a pesar de las carencias y  dificultades que existen, este asentamiento es objeto de varias acciones en beneficio social. Así lo destaca Dadier Guardes Cabeza, presidente del consejo popular.

‟Desde el año pasado se viene trabajando con la instalación de una radio base, que bueno, mejora la telefonía celular, se trabajó también sobre la panadería dulcería que también era un reclamo de la población de Haití, la remodelación capital que se hizo, que quedó con muy buena calidad y se esperaba su terminación para el mejor funcionamiento y mejor atención a la población. En los alrededores también se terminó la pescadería, también viene ofertando varios surtidos, sub-productos de pescado aquí a la comunidad, que también ha tenido un impacto positivo en la alimentación de la población”

Guardes Cabeza agregó también que ‟se terminó  la instalación del área común, donde ha venido beneficiando a varias personas con discapacidad con el Proyecto Vida Plena. Se ha venido trabajando en varias circunscripciones con la puesta de nuevas redes hidráulicas, que ha beneficiado a un número importante de población, que no recibían el agua con la calidad que necesitaban y ahora lo tienen con mejor servicio. También se han hecho reparaciones en algunas entidades estatales como son las escuelas, algunos consultorios médicos. Una inversión que también ha dado beneficios aquí en Haití es sobre la pesa digital que se puso en el centro de Acopio Los Pinos y beneficia el desarrollo de la zafra azucarera”.

Asimismo explicó ‟se ha venido retocando y haciendo un tipo de mantenimiento a obras que se habían remodelado cuando el 26 de julio aquí en el Consejo Popular Haití, en el año 2014, muestra de ello fue la piscina, la Casa de la Cultura, las instalaciones del INDER, se le ha hecho algunas reparaciones a entidades de comercio de la gastronomía, para la celebración del centenario de Haití”.

Añejo, en ocasiones empolvado o sucio, muchas veces alegre y resplandeciente o quizás nostálgico, el poblado de Haití es muestra de lo que se ha hecho y de lo mucho que se puede hacer todavía por el bienestar de sus habitantes, quienes cada jornada hacen historia desde esta comunidad santacruceña.

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