Yunier reinó y reservó boleto para Juegos de París 2024
Santiago de Chile, 19 nov.- Yunier Fernández hizo parecer este sábado que ganar una medalla de oro en el paratenis de mesa resulta tan fácil como contarlo.
Desde su primer match en los VII Juegos Parapanamericanos despejó cualquier duda de que había venido por su segunda corona en estas lides.
La raqueta amarrada a su mano derecha, rebelde como su carácter, mandó pelotas al otro lado de la red y despidió un rival tras otro, algunas veces con la potencia de un ciclón, otras con el efecto endemoniado de “la vela”, ese recurso de mandar la pelota alto y que caiga con un bote en reversa imposible de restar, que debiera patentar.
Si por un lado derrocha habilidad, por el otro ostenta una inteligencia pícara: grita cada punto delante del rival, intimida, reclama al juez el saque que se marcha por el costado, engaña con ademanes ficticios propios de un prestidigitador, domina con la mano y la mente.
Los mil gestos escapados de ese temperamento sanguíneo aturden al oponente, lo someten en su siquis, los va devorando set a set, gana a su antojo, va dotado de la virtud del campeón.
Y si las cosas van mal, como cuando perdió el primer set del partido ante el argentino José Bustamante, jugándose la posibilidad de ir por la medalla de oro, tira de temple y aplomo hasta que revienta otra vez esa fuerza contenida en la contienda para celebrar.
Pero el genio no disputa el lugar de la nobleza, por eso en el quinto set contra Bustamante, ante la irascible respuesta de la entrenadora sudamericana tras considerar que el árbitro erró cuando no lo hizo, le vieron regalar un punto a su adversario y arriesgar el torneo en aras del juego limpio.
Solo después de la victoria las aguas del vendaval se tornan calmadas, desaparece el díscolo competidor para que emerja el hombre apacible y agradecido, que reconoce el apoyo para el logro y aprecia a su patria por eso.
Se traza metas y las cumple… «Llegué aquí con el objetivo de ganar el torneo por segunda vez y clasificarme a los Juegos Paralímpicos de París 2024 y lo conseguí. Estoy muy contento, este es mi segundo título, no todos pueden presumir de repetir corona en dos ediciones parapanamericanas».
Yunier defrauda a quien espera de sí un campeón sobrio y encopetado. Sus maneras asemejan las de un chico de barrio, peleonero y arrojado. Eso sí, de cualquier forma mezcla como nadie más la altura de los elegidos con la simpleza de los corrientes. (Tomado de Jit)