Ciencia y Salud

Veneno de caracoles cono podría usarse como base para nuevos fármacos

Camberra, 9 jul.- Expertos de la Universidad de Queensland, en Australia, hallaron miles de nuevas toxinas peptídicas en el veneno de un solo tipo de caracol marino, común en aguas del ese país oceánico, divulgó hoy Amazings.

Sus análisis preliminares sugieren que, en este impresionante surtido de toxinas, hay elementos prometedores como base para fármacos con los que es posible tratar el dolor e incluso quizá combatir al cáncer.

"Es un ejemplo de que la biodiversidad es un tesoro en un sentido literal. El veneno de caracoles del género conus, conocidos como caracoles cono, que estos animales usan para inmovilizar presas, contiene numerosos péptidos del tipo de los conocidos como conotoxinas, algunos de los cuales pueden actuar como analgésicos en mamíferos", expresó Paul Alewood, al frente del estudio.

De ahí el interés farmacológico que surgió en los últimos tiempos en torno a estos caracoles, asegura la revista.

El equipo recurrió a herramientas bioquímicas y bioinformáticas para desarrollar un nuevo método con el que analizar eficientemente la estructura de las toxinas de ese veneno, y de este modo profundizar en su naturaleza y posibilidades farmacológicas mucho más que en cualquier investigación previa.

Los venenos de los caracoles cono son un complejo cóctel de muchos compuestos químicos y la mayoría de estas toxinas se han pasado por alto en el pasado.

Usando el nuevo método, con el que los investigadores midieron y analizaron la estructura, actividad y composición de las diversas proteínas presentes, consiguieron descubrir una cantidad de péptidos que es la mayor producida en un solo caracol cono de la que se tenga conocimiento.