Soldado rebelde con pensamiento justo es Fidel

Siempre te opusiste a que te levantaran estatuas y mucho menos  te dedicaran exagerados homenajes. José Martí, tu Maestro,  te enseñó el valor de la sencillez: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”.

En los discursos reiteraste el nítido enunciado del Apóstol de la independencia cubana. Hacer es la mejor manera de decir cuando se es ejemplo.

Hasta los últimos días de tu existencia física no renunciaste a ser quien eras. Un soldado rebelde con pensamiento justo vimos en ti. Cientos de responsabilidades ocupaban las interminables horas de trabajo sin desprenderte del uniforme verde olivo. Apenas había tiempo para el descanso, las ojeras que te acompañaron se encargaron de atestiguarlo.

Actuaste con el pensamiento puesto en el pueblo de La Mayor de las Antillas, las acusaciones públicas a las injusticias de los poderosos, el daño al medio ambiente, el incremento de la pobreza en el planeta, el cese de las guerras, el desarme nuclear, la importancia de pensar en el desarrollo internacional a favor de la mayoría y no de unos pocos.

Sólo los imperialistas te juzgan mal; quisieran no se hablara de ti, pero cuánto más lo impiden te multiplicas, regresas desde la eternidad con el sueño recto hacia lo lograble. Vuelves a triunfar; derrumbas barreras… Tenaz eres de espíritu, indómito de carácter.

El homenaje a ti, Fidel, este 13 de agosto, fecha en la que cumples 93 onomásticos, prosigue en la solidaridad internacionalista; el ahorro de los recursos energéticos sin dejar de producir; proteger las conquistas sociales y económicas, sin dimitir a los ideales por los cuales hemos luchado. Somos, contigo, continuidad.