Combatiente internacionalista honra a pueblo santacruceño

Santa Cruz del Sur, 7 dic.- El bigote apenas comenzaba a notarse. A la fisonomía del joven aún le quedaban algunos vestigios de la niñez; contaba 17 años y estudiaba en la escuela secundaria básica en el campo Raúl Deaguiar Fernández del municipio de Niquero, en la provincia de Granma.

Pablo León García, muy pronto en lugar de lápiz y libretas tendría en sus manos un fusil, con el que aprendería a disparar certeramente.

Tenía la edad apropiada, para una vez concluidos los estudios en ese plantel, cumplir con el servicio militar general (SMG). Ya vestido de uniforme verdeolivo,  el bisoño soldado, como sus compañeros de filas, al preguntársele si estaban dispuestos a cumplir misión internacionalista, dieron la disposición a viva voz.

A partir de ese instante las preparaciones militares en la zona de Yateritas, enclavada en el extremo más oriental de la Isla, fueron muy fuertes. Durante días y noches realizaban largas caminatas, ejecutaban acciones de despliegue y construcciones ingenieras para enfrentar al supuesto enemigo.

Ninguno de los camaradas del entrevistado mostró flaquezas en las duras jornadas, según señaló él mismo. Se crecieron como hombres de la estirpe del Lugartenientegeneral Antonio Maceo y su ayudante en Capitán Panchito Gómez Toro.

Sin conocer el destino por razones de seguridad, la numerosa tropa montó a bordo de un barco mercante. Antes desembarcar, luego de varios días de navegación, le fue informado que habían llegado a la República Democrática Federal de Etiopía, donde cumplirían el honroso deber solidario.

Sintieron de manera colectiva el orgullo de ser el primer relevo de sus compatriotas en ese hermano pueblo. Al lugareño y  sus camaradas les correspondió proteger Addis Abeba, la capital de etíope. Comentó también al reportero que las fuerzas contrarias somalíes respetaban mucho a las tropas de esta Isla, allí acantonadas.

La bravura de estos hombres, que sólo fueron a la querida nación a defender su libertad, quedó grabada para siempre en la memoria histórica de la lejana región del cono africano.

Pablo es trabajador del sector del comercio y la gastronomía en este territorio e integrante de la asociación de combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) a igual nivel, conserva con esmero las medallas recibidas por la victoria Cuba-Etiopía, la de misión cumplida, como destacado en la producción y la defensa y la 50 Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).