[:es]Razones científicas que desmienten los supuestos incidentes contra diplomáticos estadounidenses[:]

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Cuba volvió a rechazar categóricamente el uso del término «ataque», sin que exista evidencia alguna que lo sustente, durante el reciente encuentro entre expertos científicos de Estados Unidos y la Isla, para intercambiar sobre los síntomas de salud reportados por diplomáticos estadounidenses acreditados en La Habana.

Como es conocido, durante los meses en que se ha desarrollado el proceso de investigación, no se ha permitido a los científicos y especialistas cubanos el acceso a la información clínica y a los médicos que evaluaron al personal diplomático que reportó síntomas de salud.

Como resultado de este último intercambio, se ratificaron las razones científicas que desmienten la ocurrencia de los supuestos incidentes contra diplomáticos estadounidenses en La Habana.

La información brindada no permite sustentar las hipótesis de ataques de salud y daño cerebral sugeridas hasta ahora por el Departamento de Estado como explicación de los síntomas que, según el propio Departamento, refirieron sus diplomáticos.

Con la información intercambiada no es posible demostrar la existencia de un nuevo síndrome médico neurológico de lesión cerebral.

No se puede afirmar que se haya podido producir un daño cerebral originado por golpes a la cabeza sin que se haya producido trauma craneal alguno.

Las evidencias médicas presentadas tienen serias limitaciones.

La mayoría de los casos descritos presentan síntomas de enfermedades comunes como la hipertensión, el estrés y muchas otras de alta prevalencia en Estados Unidos y en el mundo.

Los reportes pueden ser inexactos debido al intervalo promedio de tiempo de 203 días que medió entre los alegados incidentes y las investigaciones médicas reportadas.

Las pruebas neurosicológicas, consideradas más objetivas, fueron evaluadas con criterios inusuales que, aplicados a un grupo de sujetos sanos, calificaría a casi todos como enfermos.

Solo se encontraron tres individuos con pérdidas auditivas ligeras o moderadas, cada uno con audiogramas que se corresponden con enfermedades distintas y probablemente preexistentes.

No se reportaron hallazgos que indicaran daño cerebral en las neuro-imágenes. En dos individuos se reportaron signos leves y, en otro, moderados: estos no son específicos y pueden aparecer en múltiples enfermedades o en procesos que ocurrieron antes de que estas personas viajaran a Cuba. Los expertos cubanos no han podido acceder a estas imágenes.

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