Productos turísticos sostenibles: una propuesta novedosa del Turismo azul en Camagüey
Camagüey, 6 may.- En los últimos años el concepto de Turismo azul ha cobrado auge como una alternativa viable frente a las problemáticas ambientales que impactan en los ecosistemas marino-costeros.
Entendido como el enfoque que permite impulsar una economía basada en la inteligencia, la sostenibilidad y la integración, el Turismo azul depende de todas las actividades relacionadas con el mar que buscan satisfacer las demandas de los turistas, a partir del uso racional y sostenible de los ecosistemas y sus recursos naturales.
¿Cómo articular este enfoque con la actividad turística en el territorio? Ese es uno de los desafíos del equipo que labora en el proyecto Turismo azul resiliente en contexto de cambio climático. Destino playa Santa Lucía, inscrito en el Programa Territorial de Ciencia, Tecnología e Innovación Desarrollo sostenible del turismo en la provincia de Camagüey.
Con el objetivo de diversificar de forma novedosa la comercialización del polo turístico insigne de la provincia, investigadores, especialistas y profesores de diversas disciplinas trabajan en el diseño de nuevos productos turísticos desde el principio del uso sostenible de ese ecosistema marino costero.
¿Cuánto se ha avanzado en este sentido? ¿Por qué es importante pensar a Santa Lucía a través del prisma del Turismo azul? Sobre esta y otras interrogantes dialogamos con el Doctor en Ciencias Económicas Geiser Perera Téllez, coordinador de este resultado y profesor investigador del Centro de Estudios Multidisciplinarios del Turismo (CEMTUR) de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz.
— ¿Por qué considera que el destino Santa Lucía necesitaba un proyecto con el alcance de Turismo azul?
—Santa Lucía ha sido siempre el principal polo turístico del territorio; sin embargo, hace ya algunos años su ciclo de vida entró en un proceso de declive que se mantiene y que afecta su comercialización, y por ende a su modelo turístico de sol y playa.
Lo anterior ha estado dado por muchos factores, pero sin dudas entre los que más se destacan, y que sustentan la justificación para la nueva propuesta del proyecto Turismo azul, se encuentran el envejecimiento de los productos y ofertas extra-hoteleras en el destino, la acumulación de Thalassia en la franja de playa con su incorrecta limpieza y el deterioro de la imagen del destino.
Es por ello que transformar este modelo turístico se ve como una necesidad por los actores y especialistas implicados en la gestión turística del destino camagüeyano. La nueva propuesta persigue que los clientes puedan disfrutar de las potencialidades que tiene el destino relacionadas con el aprovechamiento de sus recursos naturales, ecosistema e infraestructura, gestionados sobre la base de actividades ambientalistas sostenibles y amigables con el medio ambiente, lo que contribuiría a transformar, además, la imagen de este significativo espacio turístico.
Santa Lucía tiene grandes potencialidades para desarrollar el Turismo azul, partiendo de la existencia de arrecifes de coral, donde se puede desarrollar el buceo, el esnórquel, así como distintas atracciones que incluyen la playa, restaurantes especializados, instalaciones hoteleras, los pastos marinos, entre otros, que de manera sustancial diferencian y singularizan este destino frente a otros de sol y playa.
— Uno de los atractivos que propone el proyecto es la concepción de un producto turístico relacionado con los fangos medicinales. ¿En qué fase se encuentra su diseño? ¿Qué beneficios e impactos tendrá?
—Nos encontramos en un momento crucial de su diseño: ya está listo en su concepción, pero corresponde realizar un análisis de la demanda para su comercialización, aspecto en el que se trabaja en la actualidad. Por otro lado, se hacen todos los esfuerzos posibles para evaluar, certificar y aprobar el uso de los fangos medicinales con fines turísticos.
La propuesta vinculada a los fangos medicinales es factible y pertinente, puesto que posibilitará la generación de beneficios económicos, sociales y medioambientales. La explotación de los yacimientos de fangos medicinales, su obtención, posterior evaluación sanitaria y certificación final permitirá su comercialización con fines turísticos, generando ingresos por concepto de ventas.
De igual forma, se obtendrán beneficios sociales, debido a la demanda existente de tratar la salud con el uso de estos fangos, y a la sensibilización de los clientes en torno a la protección y gestión adecuada de un recurso de incuestionable valor.
Tanto los actores directos en el destino, la población residente y los clientes se verían impactados por un producto turístico que puede transformar la imagen del lugar y permitirá concientizarlos sobre el uso sostenible de los recursos de su localidad.
Es válido explicar que los especialistas se encuentran trabajando por etapas, para no correr riesgos ni cometer errores. El diseño de un producto es un proceso complejo en el que intervienen muchas variables, objetivas y subjetivas; por lo tanto, debemos ir paso a paso, siguiendo los parámetros metodológicos establecidos para estos fines. Sin embargo, debo destacar que si este año trabajamos como hemos planificado y las condiciones del entorno nos acompañan es muy probable que lo presentemos en la Feria de Turismo del próximo 2025, y con ello despegaría su comercialización.
— ¿Cuáles han sido los retos y aprendizajes durante este proceso de diseño de productos turísticos vinculados al uso sostenible de los ecosistemas marino costeros?
—Desde mi incorporación al CEMTUR comencé a afrontar retos en el ámbito investigativo y académico, teniendo en cuenta que el turismo no es considerado una ciencia y que, además, es un fenómeno complejo, lo cual difiere totalmente de lo que muchos investigadores e instituciones nacionales e internacionales plantean al verlo como una actividad sencilla y corriente. He transitado durante 17 años por el Centro, y el estudio, la investigación y el intercambio académico me han posibilitado lograr el aprendizaje necesario sobre la concepción y desarrollo de productos turísticos.
En este caso siempre me he especializado en ciudades patrimoniales y aunque las metodologías y los procedimientos para el diseño de productos turísticos son similares en su concepción, el hecho de coordinar un resultado asociado a la concepción de productos turísticos basados en el uso sostenible de los ecosistemas marino costeros ya de por sí constituía un reto.
No obstante, a través del intercambio, la apropiación de conocimientos y experiencias con investigadores del Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de Camagüey (CIMAC), además de mi empeño y voluntad, he podido afrontar este reto que hoy ya es una realidad y me ha dotado de cierta experticia en este ámbito. (Tomado de Radio Cadena Agramonte)