[:es]Perros americanos llegaron desde Siberia, según estudio[:]

Para llegar a estas conclusiones, un equipo internacional de investigadores analizó las firmas de 71 genomas mitocondriales, trasmitido solo por la madre a su descendencia, y siete nucleares, que se heredan de ambos padres, de perros antiguos de América del Norte y Siberia durante un período de 10 mil años.

Los primeros canes americanos se originaron en realidad en Siberia, después, se dispersaron por todas partes en América, migrando junto a los exploradores humanos, precisan.

Estos perros, con firmas genéticas diferentes de los que se encuentran en cualquier otro lugar del mundo, persistieron durante miles de años en el continente, pero casi desaparecieron por completo después del contacto europeo hasta el punto de que poco queda de esos linajes antiguos, explican los autores.

Algo catastrófico debió de haber sucedido y es probable que tenga que ver con la colonización europea, destacó Laurent Frantz, autor principal del estudio, de la Universidad Queen Mary de Londres.

A su juicio los motivos son varios, uno de ellos la introducción de especies europeos, que pudieron traer nuevas enfermedades en la población local, lo que causó la muerte de muchos de ellos.

También la amenaza a los colonizadores, que conllevó a que muchos de ellos fueron aniquilados deliberadamente, añade.

A esto se suma que a medida que se introdujeron nuevas razas y se cruzaron con las indígenas restantes, las variantes genéticas autóctonas se perdieron con el tiempo.

Para Greger Larson, profesor en Oxford, las conclusiones del nuevo trabajo demuestran que la historia de los humanos se refleja en nuestros animales domésticos.

Las personas en Europa y América eran genéticamente distintas, y también lo eran sus perros. Y así como los pueblos indígenas en las Américas fueron desplazados por colonos europeos, lo mismo puede decirse de sus perros.