Ordenamiento monetario en Cuba estará ajeno a terapias de choque

La Habana, 2 nov.-El ordenamiento monetario que implementará Cuba es un proceso complejo con implicaciones sociales y políticas y ajeno a terapias de choque, resaltaron fuentes oficiales.

 

Una intervención especial del jefe de la Comisión para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos del Partido Comunista, Marino Murillo, brindó una amplia explicación de las características y riesgos que implicarán estos reajustes necesarios para eliminar las distorsiones actuales de la economía, aunque aclaró que todo no se resolverá automáticamente.

Recordó que actualmente Cuba tiene dos monedas domésticas y dos tipos de cambio de curso legal, algo que no ocurre en ninguna parte del mundo, por lo que el ordenamiento monetario plantificado es más grande que eliminar esas condiciones que distorsionan tanto el funcionamiento de las empresas como la economía familiar.

Murillo resaltó que este proceso y las devaluaciones monetarias a nivel mundial implican efectos negativos en las empresas, ya que muchas no lo soportan y quiebran y por lo tanto se genera desempleo, y para las personas suben los precios y el salario no alcanza.

Pero, aclaró, esas tendencias internacionales no son válidas para este país, pues ninguna de las soluciones previstas significarán desempleo ni desamparo de los trabajadores, aunque por supuesto si ocurrirán ajustes en el sector empresarial y en las personas.

Al respecto, señaló que subirán los salarios, las jubilaciones y las pensiones de la asistencia social, con el fin de respaldar el aumento de los precios minoristas por la eliminación de algunos subsidios a productos y servicios y las gratuidades.

En su explicación precisó que este es un paso necesario para la nación y que el problema más grande es la disposición de ofertas, para lo cual el país hace grandes esfuerzos con el fin de mantener un nivel de productos y así evitar una inflación deprimida.

Murillo señaló que la devaluación prevista estimulará la eficiencia empresarial, las exportaciones y las inversiones, por lo que se trabaja para lograr que sea real y no nominal, lo que significa un tipo de cambio que no incremente los precios en la misma magnitud o nivel de la devaluación realizada.

Destacó que este proceso tiene riesgos, los cuales ya están identificados, entre los cuales mencionó que la inflación no sea mayor que la diseñada y esté asociada a la solución de la dualidad cambiaria, controlando los precios minoristas y mayoristas.

También la insolvencia de las empresas estatales por incremento de costos de las materias primas importadas y salarios, para lo cual existen recursos disponibles para apoyar monetariamente durante un año a las entidades que sufran pérdidas con el objetivo de evitar su cierre y por tanto la pérdida de puestos laborales.

Entre esos aspectos está incluida la percepción de la población de pérdida de capacidad de compra de sus ingresos y del ahorro por el efecto por la eliminación de una parte de los subsidios y gratuidades y la posible inflación, posibilidad que contará con todo el respaldo para que nadie quede desamparado, afirmó. (Prensa Latina)