Muchos en EE.UU. apuestan por Cuba, a pesar de Trump
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El 16 de junio pasado, en Miami, Florida, el presidente Donald Trump anunció su decisión de dar marcha atrás a varios de los pasos de acercamiento que tuvieron lugar bajo la administración de su predecesor, Barack Obama (2009-2017).
Más de tres meses después, y con la justificación de presuntos incidentes de salud reportados por diplomáticos norteamericanos en La Habana, la administración dio un nuevo golpe a los vínculos al retirar gran parte del personal de su embajada en la isla y expulsar a 15 funcionarios cubanos de Washington.
En medio de ese contexto, los mencionados encuentros devinieron también una condena a la postura del actual gobierno y su empeño de no escuchar el criterio de la mayoría de los estadounidenses y cubanoamericanos, cuando diversos sondeos evidencian que ambos grupos quieren nexos más estrechos con la mayor de las Antillas.
CONDENA AL BLOQUEO DESDE SEATTLE
La ciudad de Seattle, en el estado de Washington, fue el escenario de la reunión de la red de solidaridad, realizada los días 21 y 22 de octubre.
Ese evento, dedicado a analizar las actividades del último año y proponer nuevas acciones para los meses venideros, contó con la asistencia de personas de Illinois, Nueva York, Montana, Indiana, Massachusetts, California, Texas, Michigan, Oklahoma, Minnesota y Nueva Jersey, así como de la ciudad canadiense de Vancouver.
Tuvimos una excelente participación, destacó a Prensa Latina una de las coordinadoras de la NNOC, Nalda Vigezzi, quien reiteró la voluntad de continuar el trabajo, apoyar a Cuba y dar a conocer todo lo que ha brindado al mundo.
John Waller, secretario del Comité de Amistad Seattle/Cuba, remarcó la necesidad de eliminar de una vez y por todas el cerco económico, comercial y financiero que Washington mantiene hace más de medio siglo, y rechazó también las restricciones que limitan los viajes de los norteamericanos y les impiden visitar la isla como turistas.
Por su parte, la activista Gail Walker, quien tiene una larga historia de apoyo a la mayor de las Antillas, señaló su interés en vincular a más personas a las causas del país caribeño tras ser elegida como una de las cinco coordinadoras del movimiento.
Mi intención es tener más gente joven involucrada, más personas de color, y encontrar formas de hacer mejores usos de las redes sociales, expresó la hija del fallecido reverendo Lucius Walker, ferviente luchador contra el bloqueo.
La eliminación del cerco es también prioridad para Azza Rojbi y Alison Bodine. La primera de ellas nació en Túnez; la segunda, en Estados Unidos, pero ambas viven ahora en Vancouver y lideran organizaciones solidarias con Cuba.
Como parte de sus esfuerzos habituales de apoyo al territorio antillano resaltaron que asisten los días 17 de cada mes al consulado estadounidense en esa urbe canadiense con carteles y banderas cubanas para protestar contra dicha política que califican de genocida.
Un momento importante de la conferencia fue la proclamación de condena al bloqueo presentada por el concejal Larry Gossett y respaldada por su colega Jeanne Kohl-Wells.
Tras dar a conocer el texto en la cita de solidaridad, el político también lo difundió en una reunión del Concejo del Condado de King, del cual es sede Seattle.
El documento pide el fin inmediato del bloqueo, y llama al gobierno de Trump a continuar la normalización de los nexos y a alentar a los estadounidenses a viajar a Cuba.
Lograr más pronunciamientos como ese es una de las metas de los miembros de la NNOC para los próximos meses.
Entre las acciones previstas para el año próximo también se incluyen organizar nuevas delegaciones y brigadas para visitar la nación caribeña, la celebración de seminarios y conferencias antiimperialistas, e instar a miembros del Congreso a ir al territorio antillano.
COMPROMISO CON EL PAÍS NATAL
La necesidad e importancia de continuar el empuje para normalizar los nexos bilaterales, conseguir el fin del bloqueo y alcanzar libertad de viajes también fue central en la cita de cubanos residentes, efectuada el 28 de octubre en la Universidad Howard de esta capital.
José Ignacio Fernández, nacido en la isla y radicado en Pensilvania, sostuvo que el inicio de un proceso de apertura al país caribeño bajo la administración de Obama fue positivo, ‘pero sabemos que hasta que no se acabe el bloqueo no habrá relaciones normales’.
El hombre llegado a Estados Unidos en 1962 expresó que desde 1997 trabaja con muchos compatriotas aquí en los esfuerzos de poner fin a tal política.
Constantemente hablamos con la prensa y miembros del Congreso sobre esta injusticia, apuntó Fernández, quien aseguró llevar en su carro una copia del alegato de autodefensa La historia me absolverá, pronunciado en 1953 por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.
La pertinencia de dialogar con miembros del legislativo fue resaltada por Ernesto Cabo, radicado en Virginia, quien un día antes del encuentro participó junto a un grupo de compatriotas en reuniones con congresistas.
En esos encuentros, explicó, se centraron fundamentalmente en dos proyectos de ley ya introducidos en la Cámara de Representantes y el Senado, uno para promover las exportaciones agrícolas a la isla y otro para levantar las restricciones de viajes que impiden a los estadounidenses visitarla como turistas.
De acuerdo con Cabo, es necesario que muchos cubanos jóvenes que viven en este país y defienden el acercamiento aprendan a realizar más activismo político, visitar a sus congresistas y hacer sentir su voz, para que no solo se escuche la de unos cuantos legisladores contrarios a la apertura y que representan a una minoría.
Durante el encuentro, el canciller del país caribeño, Bruno Rodríguez, anunció que a partir del próximo 1 de enero la isla aplicará nuevas medidas migratorias que buscan fortalecer los vínculos con los cubanos en el exterior.
Para todos los cubanos esto es algo muy importante, no importa dónde estén o dónde vivan, valoró tras la noticia Milay Gálvez, quien habita en Filadelfia, Pensilvania.
Desde su punto de vista, las nuevas normas eliminan trámites engorrosos y son muy necesarias en medio de la política agresiva contra Cuba que muestra el gobierno de Trump.
A su vez, Esther Gentile, residente en esta capital, expresó la opinión de que las reglas facilitarán mucho la comprensión mutua.
‘Me parece maravilloso que las cosas se vayan normalizando poco a poco, hace más falta que nunca porque con la actitud de la actual administración estadounidense, es bueno que sea el gobierno cubano el que dé esos pasos’, manifestó. (PL)
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