Las instituciones culturales cubanas, infranqueables cordilleras de resistencia

La Habana, 30 ene.- Una vez conocidos los actos provocativos que tuvieron lugar frente a la sede del Ministerio de Cultura de la República de Cuba, los cuales enfrentaron valientemente directivos y trabajadores de esa institución revolucionaria, no se hizo esperar la posición de denuncia de organizaciones de intelectuales y artistas cubanos agrupados en la Uneac y en la AHS. A su vez, Casa de las Américas y la Unión de Periodistas de Cuba emitieron también sus respectivas declaraciones.

«No es posible aceptar las presiones de quienes se niegan a dialogar en un espacio de la institución, con el claro propósito de promover, a través de las redes y de los medios pagados por Estados Unidos, una imagen de desestabilización en la vía pública… Nos consta la disposición permanente del sistema institucional de la cultura a dialogar con la intelectualidad y a buscar soluciones de conjunto para proteger la creación y mantener el acceso al arte como uno de los derechos conquistados por nuestro pueblo», recoge el pronunciamiento de la Uneac y la AHS.

La Casa de las Américas, institución vanguardia en la promoción e investigación cultural en el continente americano, calificó de escenario de provocación los sucesos ocurridos frente a la sede del Ministerio de Cultura de Cuba, y expresó en su perfil oficial en Twitter: «Lo ocurrido frente al Ministerio de Cultura de Cuba, justo en la víspera de un nuevo aniversario del natalicio de José Martí, forma parte de un escenario de provocación y desestabilización montado para confundir».

Igualmente, publicó en su portal informativo La Ventana, un mensaje para los amigos de la Casa. «Recientemente, la industria anticubana ha dado amplia visibilidad a un pequeño número de personas que reclaman “diálogo”, pero, evidentemente, no están interesadas en dialogar. Este grupo, con sus acciones, busca dar argumentos a medios sufragados por los yanquis para imponer la matriz de opinión de que en Cuba existe un enfrentamiento irreconciliable entre creadores e instituciones».

Por su parte, la UPEC expresó: «Medios privados que operan en el entorno digital no solo han venido alentando este incidente desde hace días, sino que estaban coordinados para reportar lo que ya sabían que ocurriría (…). De hecho, la tercera parte de los “manifestantes” eran “periodistas independientes” que filmaban o transmitían en directo la supuesta noticia que se habían encargado de fabricar con alevosía.

«Cualquier observador objetivo que repase algunas de estas publicaciones puede apreciar la extrema politización de sus contenidos, la parcialidad ideológica de sus propuestas y los intentos de, en nombre de la libertad de expresión, legitimar la intoxicación informativa para generar malestar social y desestabilización en Cuba, alineados a los intereses de los sectores más antidemocráticos de Estados Unidos.

«La cacareada libertad de prensa que defienden estas publicaciones, con sus dueños a buen recaudo fuera de la Isla, no es más que una excusa para poder actuar con absoluta impunidad e imponer condiciones inaceptables, sin importar si para ello deben difamar al gobierno revolucionario, incitar al odio y mantener una emocionalidad negativa en las redes sociales, que facilite el tan deseado y publicitado “estallido social”». (Ricardo Alonso Venereo / Granma)