Apreciadas como símbolos, en la antigua Grecia la araña fue considerada un ejemplo de laboriosidad y habilidad en el arte de tejer telas, a la vez que se reafirmaba la creencia en sus poderes sobrehumanos y bienhechores.

En la mitología de la India el propio animal y su tela suponían el centro del universo, pero todas esas apreciaciones estuvieron imbricadas a las concepciones mítico – religiosas y animistas del mundo.

Veneradas por unos y causa de pánico para otros, esos ejemplares resultan muy controvertidos y según una encuesta realizada por guías del Parque Zoológico Nacional sobre la fobia a animales silvestres cubanos, demostró que la rana y el majá ocupan el primer lugar entre los más temidos, seguidos del lagarto, la araña peluda y el alacrán.

De acuerdo con el sitio digital Infomed, la clase arácnida comprende las arañas, los escorpiones, las garrapatas y los ácaros y algunas especies de las primeras cuando son perturbadas, provocan, mediante la picadura, alteraciones al hombre, pero pocas ocasionan trastornos graves.

Se relacionan 70 especies del género Loxosceles que son importantes como causa de morbilidad humana y sobresale la llamada viuda negra (Latrodectus mactans), hallada con frecuencia en México, Cuba, Perú y Chile en pleno campo, aunque algunas prefieren ocultarse entre las ropas y hasta en los asientos de los coches.

Páginas especializadas sostienen que en el mundo existen más de 42 mil especies y 110 familias de arácnidos, sin embargo, el espécimen tiene mucho a su favor, pues según científicos de Estados Unidos y Brasil, el veneno de la araña brasileña “Phoneutria Nigriventer” podría ser utilizado para tratar de forma efectiva la disfunción eréctil.

Ellas se localizan en toda Centroamérica y Sur América y son consideradas como las más venenosas del planeta.

Otro detalle elogioso es el resultado de su labor, pues la telaraña, al tener la seda de esos asombrosos animales gran resistencia y flexibilidad posibilitó su utilización en muchos países en la producción de partes robóticas y cuerdas de violín.

El hilo por ellas fabricado puede ser más resistente que un filamento de acero de igual grosor y se suele estirar hasta 30 veces sin romperse, arrojaron comprobaciones científicas.

Se dice que la telaraña se torna más dura cuando tiene contacto con el agua, lo cual desencadenó el desarrollo de experimentos en ciertas latitudes para crear pegamentos y adhesivos de utilidad para la ingeniería submarina e incluso para la cirugía.

La tela de araña puede emplearse también en las más diversas producciones humanas, desde la ropa hasta el músculo sintético en el sector biotecnológico, mientras con la humedad adecuada puede llegar a contraerse y distenderse con una fuerza de golpe 50 veces mayor que la misma proporción de masa muscular.

Otra de las curiosidades apunta hacia la brasileña “Phoneutria Nigriventer”, poseedora de una mordedura cuyo veneno provoca un efecto llamativo en los hombres, al sufrir una erección muy dolorosa en el pene durante largas horas.

Por último, las arañas son insecticidas naturales, comen más insectos que las aves y los murciélagos combinados. Así, controlan las poblaciones de esos bichos, tras consumir como promedio anualmente unos dos mil, lo cual evita el uso de pesticidas.

Con pleno conocimiento de las interioridades de la vida de las arañas, puede usted sacar sus propias conclusiones: ¿veneradas o temidas?.

(Tomado de Adelante digital)