Hallan en los Balcanes restos prehumanos de siete millones de años
[:es]Washington, 24 may.- Un estudio de científicos europeos y canadienses demuestra que la división del linaje humano ocurrió en el Mediterráneo oriental y se descarta a África, como se creía.
Para llegar a esa hipótesis, los expertos se basaron en dos fósiles de un raro homínido llamado Graecopithecus freybergi: una mandíbula inferior hallada en Grecia y un premolar superior de Bulgaria, señala el artículo divulgado en la revista PLoS ONE.
Para estudiar esos restos, el equipo, liderado por Madelaine Böhme, del Centro Senckenberg de Evolución Humana y Paleoambiente en la Universidad de Tübingen, y Nikolai Spassov, de la Academia de Ciencias de Bulgaria, empleó tomografía computarizada.
Mientras que los grandes simios tienen típicamente dos o tres raíces separadas y divergentes, las de graecopithecus convergen y se fusionan parcialmente, una característica de los humanos modernos, explicó Böhme.
Asimismo, la mandíbula inferior tiene otras características que sugieren que la especie graecopithecus freybergi podría pertenecer al linaje prehumano.
Al decir del Jochen Fuss, investigador de Tubinga y uno de los autores, nos quedamos sorprendidos con nuestros resultados, pues hasta ahora solo se conocían prehumanos en el África subsahariana.
Los científicos dataron la secuencia sedimentaria de los yacimientos fósiles de Graecopithecus en Grecia y Bulgaria con métodos físicos y obtuvo una edad casi sincrónica para ambos fósiles: 7,24 y 7,175 millones de años, respectivamente.
Es en el comienzo del Mesiniano, una edad que termina con la desecación completa del mar Mediterráneo, dice Böhme.
Esta datación nos permite trasladar la división entre humanos y chimpancés al área mediterránea, apuntó David Begun, paleoantropólogo de la Universidad de Toronto (Canadá), que participó en el estudio.
Para los investigadores, quizás drásticos cambios ambientales llevaron a esos prehumanos al Mediterráneo.
Según PLoS ONE, los análisis de fragmentos microscópicos de partículas de carbón vegetal y silicato de planta, llamados fitolitos, parecen demostrar que al mismo tiempo que el Sahara se desarrollaba en el norte de África, una sabana se extendía por Europa.
La incipiente formación de un desierto en el norte de África hace más de siete millones de años y la propagación de las sabanas del sur de Europa pueden haber desempeñado un papel central en la separación de los linajes de humanos y chimpancés, concluyó Böhme. (PL) (Foto: Internet)[:]