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Finca La Nueva Esperanza: ejemplo de buenas prácticas y soluciones tecnológicas

Camagüey, 11 oct.- La finca escuela La Nueva Esperanza, perteneciente al destacado campesino Camilo Mendoza Caballero, fue la primera creada de las 114 que integran el llamado anillo verde de la capital agramontina.

Asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Renato Guitar Rosell, este pequeño agricultor fue uno de los primeros que en el territorio comenzó a hacer el policultivo, después extendido a otros lugares.

De las cuatro hectáreas de superficie que forman esta posesión, tres son dedicadas a la siembra de diversos cultivos como viandas y hortalizas con destino a la Empresa de Acopio, el mercado e instituciones de Salud Pública.

La otra constituye un bosque de árboles maderables y frutales con más de 70 variedades como el roble, la caoba y la acacia y otras exóticas, entre las que se encuentran el dátil, la grosella, el jaibolán y la yatová.

De su vivero de plantas de frutas salen miles de posturas para el resto de las áreas agropecuarias que se fomentaron alrededor de la ciudad, otros usufructos y propiedades colindantes.

Camilo Mendoza tiene relaciones de trabajo con entidades como Suelos, Sanidad Vegetal, el Instituto de Viandas Tropicales y la Universidad de Camagüey, y en su finca La Nueva Esperanza se han hecho estudios científicos, desde los cuales se vinculan alumnos a realizar sus prácticas preprofesionales. (Texto y foto: Rodolfo Medina Hechavarría/Radio Camagüey)