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Festival de Música Contemporánea, mezcla de singular variedad

La Habana, 17 nov.- El agitado panorama cultural capitalino acoge la XXVIII edición del Festival de La Habana de Música Contemporánea, inaugurado oficialmente el pasado sábado 14 y que se extenderá hasta el 21 del presente mes.

Auspiciado por la Unión de Escritores de Cuba (UNEAC) y el Instituto Cubano de la Música, y presidido por el maestro Guido López-Gavilán, en esta ocasión está dedicado al compositor Edgardo Martín y a la pedagoga y musicóloga Carmen Valdés, con motivo del centenario de sus natalicios.

La Basílica menor del convento San Francisco de Asís fue la sede del concierto inaugural y contó con la participación de diversos formatos de música de cámara de nuestro país. El repertorio seleccionado para esta cita resultó ser una muestra de singular variedad donde convergieron diferentes generaciones, estilos, técnicas composicionales y de interpretación.

El concierto inició con la obra Fuga para Cuerdas de Edgardo Martín, una bien lograda simbiosis entre la fuga barroca y elementos musicales de nuestro folklor que la convierten en pieza cumbre de la música contemporánea cubana. La interpretación estuvo a cargo de la orquesta de cámara Música Eterna bajo la dirección del propio Guido, a quien luego se unió el guitarrista Eduardo Martín para el estreno mundial de Acrílicos en el Destino, de su propia autoría.

Las creaciones de los compositores Orlando Jacinto García (Cuba-EEUU) y el cubano Juan Piñera, destacaron en la actuación del pianista Cecilio Tieles. Obras que transitan desde la transgresión del uso convencional del piano al pulsar sus cuerdas; hasta explotar al máximo las técnicas de interpretación, utilizando solamente la mano derecha.

El cierre estuvo protagonizado por la Schola Cantorum Coralina junto a su directora Alina Orraca. A partir del catálogo de compositores provenientes de toda América, desarrollaron una selección de nueve temas cuyos textos corresponden a representativas figuras de la poesía de nuestro continente.

Entre ellas destacaron Creo en la Paz, del joven compositor cubano Luis Ernesto Peña, obra escrita especialmente para esta agrupación y con texto de Rafaela Chacón Nardy, así como Salmo 150 del brasileño Ernani Aguiar, Soneto de la noche del estadounidense Morten Lauridsen y texto de Pablo Neruda, Iré a Santiago de Roberto Valera con texto de Federico García Lorca y El Guayaboso, pieza emblemática del repertorio coral cubano compuesta por Guido López-Gavilán.

Más que una simple mirada al panorama de música contemporánea, el Festival de La Habana inició con un acercamiento a este paradójico mundo. Asumirlo con la adecuada dosis de abstracción y dinamismo será el reto de este evento, que desde su fundación ha contado con el empeño de instituciones, artistas cubanos y extranjeros comprometidos con esta corriente musical fructífera, pero poco difundida.

Otras sedes del festejo serán la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, el Teatro del Museo del edificio de Arte Cubano y el Oratorio San Felipe Neri. En próximos conciertos también serán homenajeados El Dúo Amanecer y figuras como Félix Guerrero, Joaquín Clerch y Jesús Ortega.

En la programación resaltan las presentaciones el lunes 16 y martes 17 del norteamericano Ensemble Third Sound, quienes vienen acompañados del American Composers Forum y el conjunto de cámara Hansori, de Corea del Sur que compartirá escenario con el joven trompetista cubano Roisel Suárez. (Texto y foto: tomados de Cubadebate)