Fémina santacruceña preserva madera miliciana

Santa Cruz del Sur, 13 abr .-“Vivo con el orgullo de ser una miliciana multiplicada en muchas otras cubanas decididas a mantener el triunfo socialista, sistema que junto a Fidel decidimos construir al precio de cualquier sacrificio”, así definió su posición revolucionaria Paula Suárez Lugones, santacruceña que no construye con enrevesados adjetivos las ideas cuando dialoga sobre sus puntuales deberes hacia Cuba.

Justo en el poblado La Playa de esta propia localidad, dejó de ser niña. Quedaron en algún sitio salitroso los cangrejos sorprendidos en los juegos infantiles y aquellos caracoles puestos cerca del oído para escuchar el sonido del oleaje marino. Creció entre los vientos del sur; conociendo a su vez las historias sobre la lucha clandestina del padre desde el Movimiento 26 de Julio (M-26-7).

“A los 18 años ingresé a la compañía de las Milicias Nacionales Revolucionarias, días más tarde me gané por los conocimientos adquiridos, ser la jefa de un pelotón. Todas nos veíamos tan bellas… Las boinas sobre nuestras cabelleras, las camisas azules de mangas largas, el pantalón verde olivo, nos identifican a la distancia”.

En el litoral costero adoptaban las posiciones de combate en cada práctica en que el ejercicio se reiteraba. “Sabíamos, podía por esta parte, producirse una agresión enemiga, sin embargo, habíamos jurado no abandonar jamás los lugares desde los cuales nos correspondía dispararle hasta las piedras al adversario”.

Llegada la etapa del matrimonio y de crear la familia la Suárez demostró otra vez su valía humana. “Mis dos hijos se han formado en el amor infinito hacia Fidel, Raúl, la fidelidad a la patria… Mi esposo es ejemplo también para ellos”.

La Teniente de las Milicias de Tropas Territoriales, vecina de la comunidad 50 Aniversario, en estos predios, aseveró proverbial:”En mi casa todos somos milicianos, no le tenemos miedo ni a los huracanes”.