Diario de EE.UU. critica postura de Trump hacia Cuba y Latinoamérica

El texto de opinión de Steve Chapman, miembro del Consejo Editorial del periódico, sostuvo que el republicano optó por seguir una larga tradición estadounidense que presupone que este país tiene el derecho de imponer su voluntad en cualquier parte de América Latina.

Para abordar ese tema, el periodista partió de las nuevas restricciones de viajes anunciadas esta semana contra Cuba, las cuales prohíben las visitas educativas grupales pueblo a pueblo, muy empleadas por los estadounidenses para ir al país vecino, y eliminan las salidas de cruceros hacia la isla.

Señaló que el jefe de la Casa Blanca dio ese paso con el argumento de perjudicar a las autoridades cubanas, sin importar que Estados Unidos experimentó durante 60 años con ‘el uso del ostracismo económico para forzar un cambio en el Gobierno comunista de Cuba’, sin tener ningún éxito.

El artículo citó al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, cuando para justificar las nuevas restricciones dijo que ‘Cuba sigue desempeñando un papel desestabilizador en el hemisferio occidental’.

‘Fomentar la inestabilidad y apuntalar gobiernos no democráticos son actividades que solo Estados Unidos puede hacer. Gran parte de la agitación en el Medio Oriente se debe a la invasión de Estados Unidos a Iraq, una empresa masivamente desestabilizadora cuyas consecuencias aún se están sintiendo’, expresó el autor.

Las políticas de Trump muestran un patrón claro, añadió Chapman, quien mencionó que el jefe de la Casa Blanca pide un cambio de régimen en Venezuela y planteó la posibilidad de una acción militar en el país sudamericano.

‘Suspendió la ayuda a El Salvador, Guatemala y Honduras para castigar a su gente por buscar asilo aquí. Anunció un plan para imponer aranceles del 25 por ciento a los productos de México a menos que detenga la migración no autorizada’, agregó.

De acuerdo con el texto, ese enfoque tiene un pedigrí largo y embarazoso, evidenciado en hechos como el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia a golpes de Estado en Guatemala (1954) y Chile (1973), el respaldo a un intento de invasión a Cuba en 1961, y las invasiones a Granada (1983) y Panamá (1989).

Añadió que Trump revive una tradición que realmente nunca caducó. ‘George W. Bush (2001-2009) fue excepcionalmente impopular en la región por una variedad de razones, incluido su presunto apoyo a un intento de golpe de Estado en Venezuela en 2002, su postura hacia Cuba y el campo de prisioneros en la base naval de Guantánamo, en sí misma una reliquia del imperialismo estadounidense’.

Incluso Barack Obama (2009-2017), quien restableció las relaciones diplomáticas con Cuba y permitió más viajes, no levantó completamente el embargo, apuntó en referencia al bloqueo impuesto por Washington a la isla hace casi 60 años.

‘Para América Latina, a menudo hemos sido un vecino muy malo. Pero siempre hay espacio para ser peor’, concluyó. (Prensa Latina)