Al sur

Desde las casas santacruceños presentes en fiesta de los trabajadores

Este primero de mayo tiene matices diferentes, hoy no será esa jornada de alegría y colorido en las calles y plazas de nuestra Cuba, como había sido hasta el pasado año, esta vez el oscuro manto de una letal pandemia nos obliga a permanecen en nuestros hogares, para `preservar la vida, para despojar toda posibilidad de nuevos contagios, y estrecharle más el cerco a la Covid 19.

 

No desfilaremos, pero estaremos unidos desde nuestros hogares. No habrá actos, las plazas se mantendrán vacías, pero nuestro corazón esta inmenso y pleno de satisfacción porque somos un país vanguardia, altruista, solidario.

 

Nuestra casa es nuestra plaza. Desde los portales y balcones, desde los carteles, desde las banderas enarboladas, desde las gloriosas notas de nuestro himno nacional, decimos presente en esta fiesta de los trabajadores.

 

Muchas lágrimas, sacrificios, dolores y penas matizan estos días frente al mosntruo inmisericorde de una pandemia que no tiene rostro, que se propaga silenciosa y clava sus dientes sobre sus víctimas. Pero estamos felices porque luchamos, trabajamos, y rendimos tributo a esos que con el corazón henchido de amor al prójimo, batallan día a día por salvar vidas, por servir, por asegurar, por mantener. Miles de cubanos dentro y fuera de la isla se enfrentan aun con riesgo de sus vidas, a la pandemia del nuevo Coronavirus, Covid-19.

 

Más de veinte naciones cuentan con las brigadas médicas cubanas para combatir la pandemia. Incluso algunas naciones poderosas, pero sin el sistema eficaz de la medicina cubana. Médicos enfermeros técnicos de laboratorio, choferes, asistentes y personal de limpieza y aseguramiento están inmersos en este épico combate por la vida.

 

La prensa, la policía nacional revolucionaria, los consejos de defensa territorial, el pueblo entero está sumido en esta batalla por asegurar una vida más, porque los sueños no se trunquen.

 

Hoy nuestras trincheras son el aislamientos en nuestros hogares, la contribución en los puestos de trabajo que se nos asignen, pesquisando casa casa , atendiendo enfermos, llevando el alimento necesario a los más necesitados y vulnerables.

 

¡Que el sacrificio sea el más dulce néctar del deber cumplido!

 

Como expresó el General de Ejército y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, compañero Raúl Castro en su intervención en la Séptima Cumbre de las Américas: “Cuba seguirá defendiendo las ideas por las que nuestro pueblo ha asumido los mayores sacrificios y riesgos y luchado, junto a los pobres, los enfermos sin atención médica, los desempleados, los niños y niñas abandonados a su suerte (…), los hambrientos, los discriminados, los oprimidos y los explotados que constituyen la inmensa mayoría de la población mundial.” .

 

¡Viva el Primero de Mayo!

 

¡Viva el Día Internacional de los Trabajadores!