Relaciones Cuba - EE.UU.

Cuba y Estados Unidos a ambas orillas de la migración

La Habana, 9 jul.-Estados Unidos continúa hoy como destino de migrantes irregulares desde Cuba, a partir de una política que corta las vías formales, una campaña mediática acompañante y los estímulos a poner en riesgo la vida.

 

En ello coincidieron la víspera autoridades del país caribeño en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda, en el cual explicaron que Washington, en tanto incumple con sus compromisos sobre el tema, de manera histórica aprobó disposiciones para motivar las salidas ilegales desde tierra insular. De acuerdo con Ernesto Soberón, director general en la cancillería de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior, la política migratoria estadounidense ha sido un instrumento de la hostilidad de Washington hacia La Habana.

Su objetivo es desestabilizar al país, desacreditar el Gobierno antillano y robar sus recursos técnicos y profesionales, señaló el funcionario.

Aseguró que el principal responsable de los flujos de viajeros irregulares desde la isla y con destino al norte, es la propia administración estadounidense a partir de la aplicación de su política migratoria.

En ese sentido, mencionó cómo desde la segunda mitad del siglo XX Estados Unidos implementó leyes como la de Ajuste Cubano y otras normativas con supuestos privilegios a los nacidos en el archipiélago para incentivar sus desplazamientos con riesgo para la vida.

Soberón reconoció que, si bien estos beneficios disminuyeron en los últimos años, persiste la percepción de que si uno llega a Norteamérica, tiene derecho a permanecer allí.

Por ello no sorprende que, de acuerdo con el coronel del Ministerio del Interior Mario Méndez, la inmensa mayoría de los migrantes ilegales devueltos este año a Cuba (574) provengan de suelo norteño.

Junto a las campañas escenificadas en los medios para denigrar a la isla, el contexto está reforzado por el cierre de servicios consulares en esta capital, medida tomada con una intencionalidad política, consideró Soberón, así como por las restricciones a la posibilidad de viajar.

También complejizan el panorama la obligatoriedad de arribar a terceros países para alcanzar una visa, con mayores gastos para los ciudadanos y sin garantías de aprobación, y el incumplimiento de acuerdos migratorios, agregó la autoridad.

Al respecto, el diplomático mencionó que, aun cuando Washington aceptó conceder al menos 20 mil visas anuales, en los últimos años dejó de entregar entre 60 mil y 80 mil.

El funcionario refirió la imposibilidad de que los flujos irregulares a través de terceros países transcurran sin la participación de traficantes o bandas dedicadas a ese negocio, de ahí que ir desde Guyana, Panamá o Colombia hacia Estados Unidos, implica convertirse en víctimas de esos grupos delincuenciales, remarcó.

Frente a ese escenario, el llamado de Cuba al Gobierno norteamericano es a cumplir sus compromisos y garantizar un movimiento de personas ordenado, regular y seguro entre las naciones a ambas orillas del estrecho de la Florida. (Prensa Latina)