[:es]Cuba rechaza retroceso impuesto por EE.UU. a nexos bilaterales[:]
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Al mismo tiempo, denunció el recrudecimiento de esa política impuesta por Estados Unidos a la isla hace más de 55 años con la adopción, en particular, de medidas financieras adicionales de agresivo carácter extraterritorial.
De acuerdo con una nota difundida por la Embajada cubana en esta capital, la nación antillana también se refirió al impacto negativo de las acciones políticas y diplomáticas promovidas por Estados Unidos desde el último encuentro de este tipo celebrado en septiembre de 2017.
En ese sentido, la delegación encabezada por Carlos Fernández de Cossío, director general de Estados Unidos en la Cancillería de la isla, se refirió a la pretensión de injerencia en los asuntos internos de Cuba, con la abierta manipulación del tema de los derechos humanos.
La representación de la mayor de las Antillas recordó que precisamente la aplicación del bloqueo, una política condenada por la gran mayoría de la comunidad internacional, viola los derechos humanos de manera flagrante, masiva y sistemática.
Asimismo, los visitantes instaron al Gobierno norteamericano a desistir de la continua manipulación política de los alegados casos de salud por parte de diplomáticos estadounidenses que laboraban en La Habana.
Este tema devino pretexto ‘para la adopción de nuevas medidas unilaterales que afectan el funcionamiento de las respectivas embajadas, en particular la prestación de servicios consulares de los que dependen cientos de miles de personas’, indicó la nota sobre el encuentro.
Durante la cita de hoy la parte cubana también reclamó la eliminación de la arbitraria ‘alerta de viajes’ que obstaculiza los intercambios científicos, académicos, culturales, religiosos y empresariales, así como las visitas de estadounidenses a un país internacionalmente reconocido como seguro y saludable.
Un comunicado difundido por el Departamento norteamericano de Estado sobre la Comisión Bilateral volvió a referirse este jueves a los incidentes de salud como ‘ataques’, aun cuando esa propia entidad reconoció recientemente que no se ha establecido la naturaleza de los daños sufridos por el personal afectado.
Además, la parte estadounidense, guiada por John Creamer, subsecretario adjunto del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, sostuvo que no proporcionarán servicios regulares de visado en La Habana hasta que no consideren que sea lo suficientemente seguro restablecer el personal retirado de la isla.
La decisión de Washington de sacar al 60 por ciento de sus funcionarios del país vecino, suspender la entrega de visas y expulsar a 17 diplomáticos cubanos de esta capital ha recibido críticas de diversos sectores norteamericanos que consideran politizadas esas medidas.
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