Así es el mito de Perséfone y el misterioso origen de la primavera según la antigua Grecia
Perséfone y su madre, Deméter, eran las encargadas de traer la primavera a la tierra.
Cuando la tierra despierta de su letargo invernal, se celebra el albor de la primavera, un momento de renovación y florecimiento. En la antigua Grecia, los mitos tejían historias para dar sentido a los cambios de temporada. Uno de los relatos más emblemáticos es el rapto de Perséfone por Hades, que explicaba el ciclo de las estaciones.
El mito narra el deseo de Hades de hacer suya a Perséfone, aunque sabía que su madre, Deméter, no estaría de acuerdo con esta unión. Mientras Perséfone recogía flores en un prado, Hades emergió de la tierra para llevarla al inframundo. Deméter, desesperada por encontrar a su hija, recibió la ayuda de Hécate, quien reveló la verdad del rapto. Juntas acudieron con Apolo, el dios del sol que todo lo veía. Este les contó lo sucedido y trató de persuadir a Deméter de la conveniencia de Hades como esposo, al gobernante de una parte del universo.
Sin embargo, Deméter rechazó la idea de aceptar a Hades como el esposo adecuado para Perséfone. Se negó a regresar al Olimpo, recorriendo la tierra disfrazada de mortal. Su ira hizo que la tierra se volviera estéril, negando las cosechas.
La trampa de Hades
Deméter amenazó con hacer que la tierra fuera eternamente infértil, lo que llevaría a la hambruna y la desolación. Ante esta amenaza, Zeus, padre de Perséfone, envió a Hermes para exigir que fuera devuelta a su madre. Hades accedió a liberarla, pero antes de partir, le ofreció semillas de granada para saciar su hambre. Lamentablemente, este aparente acto de bondad resultó ser una artimaña, ya que aquel que probase la comida del Hades estaba condenado a permanecer en el Inframundo para siempre.
Finalmente, se acordó un compromiso: Perséfone pasaría seis meses en el Inframundo y el resto del año en la superficie. Aunque Deméter aceptó de mala gana, solo con el retorno de su hija la tierra recuperó su fertilidad. Así, cada vez que Perséfone regresaba al Inframundo, la tierra se entristecía y se volvía estéril hasta su regreso meses después, marcando así el ciclo de las estaciones. (Tomado de National Geographic en Español)