Anciana santacruceña de 101 años revela fuente de su fortaleza
Santa Cruz del Sur, 8 may.- La mayor de los cinco hermanos al ser recibida por la comadrona en la finca Saito de Flores en la zona de Banes, de la actual provincia de Holguín, fue bendecida con besos amorosos de los padres y parientes. De igual manera a otras tres hembras y un varón se les dio la tierna bienvenida al hogar campestre.
“Soy una persona que siempre he recibido amor, pero a la vez me agrada darlo. Cuando el corazón se llena de ese sentimiento no le da entrada al rencor, al odio, la envidia, ni a los pensamientos malos.
Tengo pocas cosas materiales pero millones de satisfacciones espirituales, porque muchas personas, incluyendo mi familia, me aman”, dijo enorgullecida Esperanza Fabré Silva.
Ella es otra santacruceña favorecida por Doña Naturaleza. “También por Dios. Haber llegado a los 101 años es más de lo que esperaba. Tengo una familia numerosa y linda. Tuve ocho hijos… Ahí no termina todo. Por lo cuenta que he sacado tengo más de 20 nietos y bisnietos y 10 tataranietos. ¡Es una felicidad inmensa la que siento!”, recalcó.
La longeva tiene un espíritu afanoso convertido en fortaleza. “Porque me gusta hacer la mayoría de las cosas en mi casa”, destacó.
Vive con su hijo Reynerio Hidalgo Fabré de 81 calendarios, en la calle línea entre Pepito Tey y final. “A él la retinosis pigmentaria lo dejó sin visión. Ambos nos ayudamos y acompañamos”, comentó.
Algunas veces las piernas, confesó, pretenden hacerla tambalear. “Pero como soy muy obstinada no me dejo vencer. Quiero llegar a los 102. El 19 diciembre, si usted puede periodista, venga a felicitarme”, solicitó afectuosa Esperanza.
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