Agudización de sanciones de EE.UU. contra Cuba refleja obsesión y odio

Pretoria, 9 ago Nicholas Wolpe, jefe ejecutivo de Lilieslieaf, un lugar de remembranza donde se fraguó la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, consideró que la agudización de sanciones de Estados Unidos contra Cuba refleja el viraje hacia la derecha en Washington.

 

Las medidas adoptadas por la administración de Donald Trump tienen como sostén una obsesión dictada por políticas nacionalistas y el odio, que Estados Unidos refleja en sus relaciones con el mundo, dijo Wope en declaraciones a Prensa Latina.

El directivo de Liliesleaf expresó que no existen razones para esas agresiones ya que Cuba no representa una amenaza para Estados Unidos y lamentó que Trump desconozca la necesidad de trabajar de conjunto con la isla por un objetivo común.

Las acciones de Washington contra la mayor de las Antillas son punitivas, carecen de base y mérito y no están basadas en un sentido político. ‘No existe explicación racional del por qué de esas medidas’, aseveró.

Criticó al presidente estadounidense por no seguir los pasos de su antecesor Barack Obama, quien mostró el deseo de solucionar el diferendo entre ambos Estados vecinos con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el inicio de conversaciones sobre varios temas de interés bilateral.

Al incrementar las presiones contra Cuba lo que desea la administración norteamericana es desestabilizar a esa nación caribeña y seguir un patrón adoptado por Estados Unidos desde el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959 que no ha conseguido su objetivo, subrayó.

En la granja de Lileasleaf, ubicada en la zona de Rivonia en las cercanías de Johannesburgo, fueron apresados el 11 de julio de 1963, 19 dirigentes del Congreso Nacional Africano (ANC) que utilizaban entonces ese alejado sitio como guarida.

Entre ellos figuraron Walter Sisulu, Govan Mbeki, Raymond Mhlaba, Andrew Mlangeni, Elias Motsoaledi, Ahmed Kathrada, Billy Nair, Denis Goldberg, Lionel ‘Rusty’ Bernstein, Bob Hepple, Arthur Goldreich, Harold Wolpe y James ‘Jimmy’ Kantor.

Ellos fueron juzgados en el conocido como Proceso de Rivonia junto con Nelson Mandela, quien había sido capturado por la policía en agosto de 1962.

Harold Wolpe, padre del actual jefe de Liliesleaf, logró escapar antes de iniciarse el juicio (sobornó a uno de los guardias donde se encontraban retenido) y huyó al extranjero junto con su familia.

Liliesleaf fue reabierto al público en 2008 como lugar de recuerdo y legado, luego que Nicholas Wolpe creó una fundación que permitió adquirir parte de la antigua propiedad para convertirla en lugar de diálogo, donde se promueve el conocimiento sobre un período fundamental de la lucha de liberación en Sudáfrica. (Prensa Latina)