Agenda de Cuba con cero tolerancia ante violencia de género
Para ello, expertos en el tema insisten en el fomento de una cultura para erradicar estereotipos, actitudes misóginas, desigualdades de poder (las bases simbólicas de la violencia), con la articulación de instituciones, organizaciones y medios de comunicación.
La directora del Centro Nacional de Educación Sexual, Mariela Castro, reconoció a la agresión basada en el género como ‘un problema de siglos’; ese odio hacia la mujer expresado desde un lugar de dominación: ‘yo soy tu dueño’, ‘yo decido sobre ti’, es histórico, dijo.
Mientras, la profesora de la facultad de Sociología de la Universidad de La Habana e investigadora sobre el tema, Clotilde Proveyer, explicó que las leyes por sí solas son insuficientes, pues ‘no se puede atacar la violencia si no se enfrentan las causas estructurales y culturales que la justifican en la sociedad’.
En tal sentido la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) recién presentó su campaña contra el flagelo, denominada Juntas, la cual funcionará de manera articulada con otras iniciativas nacionales e internacionales como Evoluciona, del centro Oscar Arnulfo Romero, y Únete 2030 y Generación Igualdad, de Naciones Unidas.
También, el país habilitó la línea telefónica única (103) para atender a las víctimas de la problemática social y fortalece el trabajo de las más de 160 Casas de Orientación a la Mujer y la Familia distribuidas por el territorio nacional.
De igual forma, en este año Cuba puso en marcha el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, con el objetivo de promover la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, refrendados en la nueva Constitución de la República.
Para la vicefiscal de la República Alina Montesinos, la instrumentación legal demanda no solo la elaboración de una o varias leyes, sino además transversalizar el tratamiento de género a las instituciones y legisladores.
Al respecto, la jurista Yamila González añade que la ley por sí sola no resolverá el complejo tratamiento a esta problemática social, si no se tiene un entramado normativo, mecanismos sustantivos, procesales, administrativos que lo sustenten, en perfeccionamiento ahora mismo.
Aunque la población en general no justifica las agresiones contra mujeres u hombres, en la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género, aplicada en la isla en 2016, el 39,6 por ciento de las entrevistadas declaró ser víctima de agresión en algún momento en sus relaciones de pareja, y el 22,6 lo fue a lo largo de sus vidas. (Prensa Latina)