Radialista santacruceña ratifica su compromiso con organización juvenil

Radialista santacruceña ratifica su compromiso con organización juvenilCon seguridad atrayente una voz recorre el éter hace dos décadas. Como otros jóvenes integrados a la locución en la emisora Radio Santa Cruz, al sur de la provincia camagüeyana, Yaneisi Matamoros Almeida se suma a la responsabilidad de no dejar escapar ni un segundo, la eficacia de los programas donde interviene.

Todo deber es desempeño perentorio, por eso no caben las excusas ni el derecho ha meditar sobre frágiles alternativas, en alguna esquina opuesta al compromiso. Es quehacer grato en un revolucionario poner empeño en que ningún asunto pendiente, ya sea en el ámbito familiar, la superación constante, los quehaceres en el centro laboral, en las organizaciones políticas y de masas… Nada queda colocado en un “gancho” si se planifica mejor el tiempo.

Muy coincidente con lo expuesto, es la forma de pensar de una muchacha alegre, fresca, espontánea, quien no deja huir la sonrisa desprendida, por muy difíciles que sean las circunstancias.

“Así somos los jóvenes, alegres pero profundos, portadores del optimismo. La dicha del éxito sólo la poseemos los que no nos dejamos vencer ante las adversidades cotidianas. Debemos mostrarnos superiores ante los obstáculos”.

“Es una profesión donde se requiere ser severo consigo mismo, pues ante los errores, los directivos y la audiencia realizan las críticas constructivas oportunas. Mucha es la cultura alcanzada por el pueblo, por lo tanto le debemos respeto permanente”.

– ¿Cuándo se inició ese interés por la radio?

– “Cuando puse mis pies por vez primera en la emisora, era estudiante de la Secundaria Básica Camilo Cienfuegos. Llegué con la idea de integrar el círculo de interés en la locución. Al realizarnos la prueba ante el micrófono resulté seleccionada entre un grupo enorme de alumnos, pero el director de programa encargado de la evaluación aseguró que nunca sería locutora. Sin embargo, otro trabajador de la radio que me había escuchado declamar en diferentes actos, reconfortó mis ánimos. Estaba segura, llegaría a la meta personal establecida.

Al pasar de los años fui poniéndole alma y corazón a lo que deseaba ser. Así actúo con el resto de las cosas que acometo en la vida. Se fueron dando oportunidades y situaciones en diferentes espacios radiales, que por obligación debía asumir. Eso fue dándome mayor desarrollo para llegar hasta aquí

Ingresé posteriormente a un curso de locución por un año con una frecuencia semanal, donde alcancé favorable evaluación, habilitándome como locutora.

Después de una larga etapa acudí a otro examen, logrando convertirme en profesional del medio. Fue una evaluación muy difícil, los resultados que obtuve no fueron nada alentadores… Los nervios me atacaron duro. A pesar de todo alcancé el tercer nivel. Seguí a cargo de los programas juveniles.

Aquel director que me dijo, no lograría el empeño, fue Modesto Pérez Ramírez, quien nunca dejó de darme apoyo una vez conquistado el sueño. Nunca en esta profesión podemos estar conformes, en eso se basa el éxito. Debemos superarnos cada día”

– La responsabilidad en la educación y formación de tus dos hijos, un varón ya en plena adolescencia y una hembra, todavía pequeña, está bien ligada a las tareas políticas, en esa doble militancia que asumes en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y el Partido Comunista de Cuba (PCC). ¿De qué manera logras organizar más tus deberes en esa consagración familiar y revolucionaria?

– “Es una tarea que no es para nada sencilla, no es fácil, ya que ser trabajador de una emisora implica sacrificio, entrega, grandes responsabilidades, hasta desprendimiento de nuestra vida personal, por decirlo de algún modo. Si se es militante entonces crecen las obligaciones, sobre todo si se posee la doble militancia. Todo lo hago por amor a mis hijos, la emisora y la Revolución. Quiero este proceso tan lindo, para mí único e irrepetible en el mundo. Una obra que los cubanos nos afanamos en perfeccionar cada día.

La militancia, significó para mí desde un primer momento un orgullo, un placer y un compromiso enorme en el mismo centro de la ejemplaridad, un espejo para el resto de los trabajadores de nuestro centro y los santacruceños. Desde bien temprano me inicié en la UJC, asumiendo en la emisora, durante varios años, la dirección del Comité de Basé de la organización juvenil, realizándose al mismo tiempo un intenso trabajo con el resto de los muchachos y muchachas que lo han integrado Al obtener la militancia del Partido Comunista de Cuba, sentí crecer más mi valentía política, se acrecentarían los esfuerzos.

Aunque mis hijos se mantienen mayormente al abrigo de su papá, no dejo de transmitirles sentimiento de patriotismo, dignidad, consagración y muchos valores humanos, sobre todo amor”.

¿Por qué no quieres retirarte de la UJC, teniendo en cuenta el límite de edad establecido?

– “Tengo un propósito: mi hijo ya tiene quince años, estudia en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de Camagüey. En breve se le iniciará el proceso para el ingreso a la Unión de Jóvenes Comunistas. Seríamos él y yo militantes de igual organización. Es algo que no se da frecuentemente. Ese orgullo lo quiero tener”. (Raúl Reyes Rodríguez/ Radio Santa Cruz)