Más de 50 jóvenes santacruceños egresarán como maestros próximamente

Por: Raúl Reyes Rodríguez

Ha quedado demostrado que ser joven no resulta un entorpecimiento si de impartir clases se trata. Quien se digna traer a las aulas contenidos a favor del mejoramiento humano, y da una educación revolucionaria y ética, honra las escuelas, la familia y la Patria.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, ha destacado que es necesario dar confianza a los noveles maestros, asesorarlos bien, porque lo importante resulta estar adecuadamente preparados, cuestión esta entendida por la sociedad.

Bonibel Tamé Garrido durante dos calendarios escolares viene realizando sus prácticas docentes en la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) Camilo Cienfuegos, en Santa Cruz del Sur. Inicialmente llevó a cabo esta experiencia en noveno grado durante el cuarto año de la carrera y en estos momentos atiende un grupo de séptimo.

“Quise haber estudiado Cultura Física pero desaprobé el examen. Al finalizar el duodécimo grado en un preuniversitario del municipio Sierra de Cubitas, ingresé en la Facultad Pedagógica de la Universidad “Ignacio Agramonte”, en Camagüey. No por embullo, sino por convencimiento, quiero ser maestro”, aseveró.

Imparte las asignaturas Educación Laboral e Informática. Esa última siempre lo había motivado, sin embargo debe asumir la integralidad establecida por el Mined (Ministerio de Educación).

“Fue en los primeros tiempos algo complejo para mí, no obstante lo asumí positivo. Le he dado a ambas materias la misma importancia porque los estudiantes no deben advertir que una asignatura se exponga con más calidad que otra. Eso no es conveniente”.

Aunque intranquilos, algo propio de la adolescencia, “lo vital es saber aconsejarlos en lo individual y colectivo ofreciéndoles afecto, evitando el rechazo al profesor sin dejar de exigir el sincero respeto”.

En la segunda quincena del mes de junio discutirá la tesis donde expone una Medotología relacionada con el diseño de las tareas integradoras en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Educación Laboral y la Computación en la Secundaria Básica.
Otros crecimientos esenciales

Lorena Rodríguez González llega al centro enardecida por sus planes: “Deseo pasen los meses volando y tener en mis manos el título de graduada”. Ella es una de las estudiantes de la Escuela Pedagógica “Nicolás Guillén Batista”, de Camagüey, que junto a otros compañeros suyos, realiza las prácticas del cuarto año, el último en esta carrera.

No le queda una parte del rostro donde no reciba un beso de varios pequeñines cuando llega al plantel “Fabricio Ojeda”, otro colegio de la Educación Primaria. “Ese cariño es tan verdadero… Me apoya la maestra Esperanza Arcia Alderete quien posee vasta experiencia y está a cargo de un grupo del tercer grado. Nunca olvidaré esta etapa aunque pase mucho tiempo”.

Los deberes en los educadores van en aumento sistemático. Varios de ellos en la Escuela de Enseñanza Especial “Tania la Guerrillera” tienen a su cargo otros educandos de la “Nicolás Guillén Batista”. Son jóvenes que muy pronto, al egresar, vendrán definitivamente a afrentar la obra de infinita dedicación en infantes que presentan diagnóstico de retraso mental y retardo en el desarrollo psíquico, que requieren preparación para que sean útiles y se valgan por sí mismos.

“Desde que estaba en la primaria me incliné por ser maestra aunque nunca imaginé desempeñar esta labor con niños de diferente grado de dificultad. Cuando en noveno grado ofertaron las carreras escogí ese tipo de enseñanza, a la cual entregaré todas mis potencialidades”, dice enfática Diana Viñales Pie.

José Manuel Arredondo Sotomayor valora de muy cariñosos a estos educandos. “Son además respetuosos; en su mayoría bastante hiperactivos, se trata de mantenerlos motivados, lograr que aprendan lo necesario teniendo en cuenta sus posibilidades para que en el futuro logren plena integración social, porque es el objetivo supremo en esta especialidad”.

Un espacio para la disciplina, la imaginación, un sitio donde se acrecienta la virtud son cada uno de los planteles donde ahora llevan a cabo las prácticas docentes alumnos de la citada Escuela Pedagógica agramontina. En centros primarios hay 54; nueve en la Educación Especial; dos en Secundaria Básica y una educadora en formación en el Circulo Infantil del santacruceño poblado “Cándido González Morales”.

En la matrícula de la “Nicolás Guillén Batista” hay 105 estudiantes de esta localidad cursando estudios del primero al tercer año, lo que revela el apoyo de la familia a cada uno de ellos para que en las aulas sigan existiendo buenos profesores. Una labor que requiere la dedicación intachable del imprescindible docente.