Los 50 de Tony, con luz propia aunque le escondan el sol

Los 50 de Tony, con luz propia aunque le escondan el solAntonio (Tony) Guerrero cumple este 16 de octubre 50 años de edad, los 10 últimos en prisión inmerecida en Estados Unidos, pero sin perder el buen humor y retroalimentando esperanzas.

Él es uno de los cinco patriotas encarcelados en septiembre de 1998 por el increíble “delito” de luchar contra el terrorismo, y que a fuerza de atropellos a la legalidad han sido mal juzgados, condenados y mantenidos en  cárceles contra la lógica y el derecho, en virtud de arbitrarias decisiones políticas de gobiernos norteamericanos.

Pero Tony es de esos hombres capaces de irradiar  luz propia cuando le esconden el sol.

La voluntad de este ser humano  se retroalimenta de la resistencia de su pueblo, que durante cinco decenios ha soportado el más férreo bloqueo por parte del país más poderoso de la Tierra, el mismo cuyos gobernantes lo sentenció a   él a cadena perpetua y 10 años de cárcel por ejercer el derecho de defender a su Patria.

En  su alegato en la vista del juicio que lo condenó injustamente el jueves 27 de diciembre de 2001, Tony, más que de él, se ocupó de sus compatriotas, y recordó: “Cuba, mi pequeño país, ha sido atacado agredido y calumniado, década tras década, por una política cruel, inhumana y absurda”

   A seguidas formuló seis preguntas:

   ¿Por qué tanto odio hacia el pueblo de Cuba?
   ¿Porque Cuba escogió un camino distinto?
   ¿Porque su pueblo quiere el socialismo?
   ¿Porque eliminó el latifundio y erradicó el analfabetismo?
   ¿Porque le dio educación y atención médica gratuitas a su pueblo?
   ¿Porque le da un libre amanecer a sus niños?

Siete años después, este hombre todavía espera escuchar, al menos,  la respuesta  a la primera de sus interrogantes. Las de las otras están implícitas en el propio cuestionamiento. Pero nadie, desde el lado del verdugo, se atreve a responderlas.

Esa realidad también forma parte del triunfo moral de Tony, de Gerardo Hernández, René  González, Ramón Labañino y   Fernando González, Los Cinco, como les llaman quienes conocen la historia  de estos luchadores antiterroristas.

El cuatro de junio último, el XI Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta ratificó el veredicto de culpabilidad contra los Cinco y revocó las sanciones impuestas a Fernando González (19 años), Ramón Labañino (cadena perpetua más 18 años) y Antonio Guerrero (cadena perpetua más 10 años).
Tales casos están a la espera de que la   jueza Joan Lenard, del Distrito Federal de Miami Dade –la misma que actuó en el juicio primario de esta larga cadena de injusticias- dicte nuevas sentencias.

La antes referida instancia apelativa mantuvo las penas fijadas contra René González (15 años) y Gerardo Hernández (dos cadenas perpetuas más 15 años).

La nueva apelación cursada por  la defensa fue desestimada  y se espera ahora recurrir al Tribunal Supremo de Justicia de los Estados Unidos.

Sé que en este día especial, en su celda  de la cárcel de Colorado Spring, Florence, el pensamiento de Antonio Guerrero   encontrará múltiples motivos personales para sintonizar con el de su madre, la infatigable Mirta Rodríguez, que transmite la  verdad de su hijo y de sus compañeros de cautiverio a cuanto ser humano digno desea escucharla.

Como muchos que le quieren, Mirta también recuerda las palabras sin odio de su hijo, aquel día infausto de su condena, cuando refiriéndose a la relación entre EE.UU. y Cuba, expresó: “Tengo la certeza de que es inevitable, no solo un puente de amistad entre ambos pueblos, sino entre todos los pueblos del mundo”.

Este inusual optimismo en alguien que ha sufrido y sigue padeciendo la analfabeta cólera política de sus carceleros, se sigue manifestando, deslumbrante, en este  aniversario 50 de Tony, al rememorar  los versos de Mario Benedetti que él citó el día en que fue condenado: ”…la victoria estará como yo ahí nomás, germinando…” (Por Roberto Pérez Betancourt)(AIN)