Al sur

Otras Hojas de la Caleta

Otras Hojas de La CaletaEn los escenarios de la zona La Paya en Santa Cruz del Sur, un gran equipo de actores, directivos, productores y otros encargados de disímiles obligaciones, provocó mucha expectativa durante más de 20 días, rompiendo el ritmo de lo cotidiano hasta de los pequeñines de casa.

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Los vecinos del litoral costero, tuvieron que cumplir normas no usuales, incluso se sumó a estas reglas todo aquel que por diversas razones debía llegar hasta allí.

El apoyo de los Agentes del Orden Público de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), posibilitaba regular el tránsito e impedir que ruidos de cualquier índole entorpecieran el desarrollo de las dísimiles escenas filmadas por esos predios, concernientes al telefilme La Hoja de la Caleta, dirigida por Mirta González Perera y Jorge Campanería Peña.

La cooperación de muchas familias fue punto vital para el logro de este objetivo, el que podrá materializar dentro de varios meses la Casa Productora de Telenovelas y Dramatizados.

El convencimiento no demoró en comprometer al matrimonio conformado por Yoan Suárez Matamoros y Yamilsa Romero Téllez. “Campanería y Oigrés Suárez vinieron en varias oportunidades, pues les gustaba esta parte donde vivimos. Es la única vivienda que el huracán Paloma no tumbó. El resto de las casas aledañas a la nuestra quedaron devastadas. Es una suerte vivir en ella todavía”, señala la fémina.

Aunque Suárez no había podido conversar con los citados visitantes, debido a sus pesquerías sistemáticas, “sí acepté abrir las puertas de la morada a la gente de Mirta. El inmueble reunía las condiciones, por estar aislado y frente al mar… fungiría como la casa de Tomás, el pescador, el padre de Berto, ambos personajes esenciales en la película…”

Un cambio rotundo les llegó. “Debimos mudarnos para la casa de mi suegra”, comenta Yamilsa. “La meseta en la cocina no podía continuar impecable, tomó el aspecto sucio, propio de un hombre rústico, alcohólico, a cargo de un pequeño… No se podía cambiar nada de esas cosas. Las ollas utilizadas para ese fin fueron las que teníamos en desuso, ya que Paloma las afectó bastante. La mesa del comedor, muebles y el televisor los sacamos de allí. El ambiente requerido se hizo realidad”.

“No nos desagrada en lo absoluto haber dado este paso. Lo volveríamos a hacer si se nos solicitara”, dice sonriente Yoan. “Nos dio la posibilidad – asegura – de conocer a personas muy honestas, consagradas a su labor, decentes, cordiales y afectuosos. Siempre con las palabras perdón y permiso en los labios… Son detalles que jamás olvidaremos”.

Otras anécdotas

La casa rosada, identificada con el número 54, mantiene en las paredes de mampostería la afectuosa entrega. Desde el primer día nadie se sintió sobrecogido. Daba la impresión de que aquellos recién llegados, y los dueños de la pulcra residencia se conocían de toda una vida.

“Le brindamos nuestra confianza y el acceso, sin pena, a cualquier lugar de la casa. Este era el domicilio escogido para la producción, donde se bañaban, comían, maquillaban… hacían lo imprescindible para ese tipo de faena”, notifica Marbelis Bruzón Escobar, esposa de Pedro Jorge Ripoll Suárez

“Nos llevamos de esa tropa de La Caleta la mejor de las impresiones, acentúa, y ellos de nosotros. Muchas veces filmaban hasta bien entrada la madrugada, pero nunca le dimos la espalda, tanto yo como mi esposo le ofrecimos la mejor atención posible. El cariño era compartido… sincero”.

El rostro de Ripoll Suárez exterioriza los resultados de la recién concluida marea sobre el ferrocemento escamero cero siete, donde es marinero cocinero. Ese regodeo lo hace sentirse a plenitud, sin descontar la carga de chistes que amigos e incluso parientes le hacen sobre la acción tantas veces repetidas en la película.

“Oigrés, el productor general, quería meterme en eso y yo estaba negado. Después Mirta comenzó el lepe lepe… y si no era yo suspendían esa parte. Como era tirarle un beso de enamorado a Irela Bravo, como personaje, accedí. El beso hube de repetirlo como 10 veces…Tiré besos pues, y como siempre, al final, el beso en la película quedó como querían los directores”.

A Hortensia (Tencha) García Alcalá, no le resulta nada fácil recordar esos días, “donde estuve rodeada de tanta gente importante dentro de esta casita. El personaje interpretado por Irela Bravo residía aquí. Ella se quedó muy dentro tanto de la hija mía como en mí… perdóneme estas lágrimas pero usted sabe… Un día nos sentamos en la cama a conversar, y como una de las patas del lecho no está buena se lo comenté. Irela mostró ese carácter exquisito y me dijo: Del suelo no pasaremos. Discúlpeme otra vez, pero ya ve, no puedo seguir hablando…”

“La muchacha bajita, del pelo corto, la que mandaba a hacer silencio, habló conmigo para pasar por la calle, como una transeúnte más, sin mirar hacia la cámara. Estuve de acuerdo y lo hice como lo pidió. Caminé bastante a prisa a pesar de este embarazo… Como tengo fecha de parto en los primeros días de julio, Irela Bravo me deseó, dar a luz exitosamente”, reseña Yanara Díaz García, hija de Tencha.

Regino Milanés Hernández se acostumbró a hablar en susurro. Cuando le iba a decir algo a la esposa, “evitaba alzar la voz. Ni lo puercos chistaban… los manteníamos con comida. Si repetían las escenas no queríamos que fuera, por imprudencia de los pobladores de La Playa. A todos nos gusta ser respetados, por lo tanto ese quehacer de tanta exigencia demanda consideración”.

“Yo iba pregonando, como siempre: ¡Cremita!, ¡la cremita a pesooo!, cuando varias personas, sin saber quiénes eran, me dicen: Continúe… continúe con ese pregón. Sigo avanzando en la bicicleta, entonces una mujer pide detenerme… A todas estas no entendía nada, pensé sería un operativo de la Policía, aunque no debo nada, soy cumplidora de lo establecido”.

Flor Carmenate Pérez, es conocida como la Cremera, su producto es una delicia. “Cuando ese día, tantas gente desconocida quería estos dulces, les abrí el latón… Aquello se fue en un suspiro. Sólo me dio por decir: ¡Dios mió qué es esto! Cuando supe a qué se dedicaban, les llevaba dulces de leche. Todas las tardes endulzaban el paladar. Se convirtieron, esos señores, en los mejores clientes. Cuando vuelvan para presentarle la película al pueblo, les podré ofrecer las cremitas… entonces sí no van a sorprenderme”.

Conducta

De los 20 alumnos de la escuela primaria José Martí, participantes en La Hoja de La Caleta, 8 son del grupo tercero B, “entre ellos se encuentra Carlos Denis Fernández Menéndez, el protagonista de La Hoja de La Caleta”, informa entusiasmada Lourdes Mojena Zamora, maestra del referido grado, donde cursa estudios el actor.

Nos dice cómo el pionero Moncadista, anteriormente intranquilo en demasía, “ha sabido canalizar esa energía, desde que entró a la obra de teatro con el Instructor de Arte Michel Rodríguez Rosabal. Después vino la película y de verdad he visto a Carlos muy acopladito, más responsable con el estudio. Es ahora un niño mucho más integral, aunque siempre ha sido bueno en la adquisición de conocimientos y en las clases.”

En cuanto al vínculo entre los compañeritos del aula, lo evaluó de excelente. “A él le gusta jugar con los el resto de los muchachos… comparte con ellos. El trabajo en el Telefilme no le ha hecho sentirse superior, al contrario, sigue siendo el mismo de siempre… Ya Carlos Denis promete, y La Hoja… es una de las puertas que ya el tiene para su vida futura si quiere ser artista”.

Apreciaciones del Instructor

Michel Rodríguez Rosabal, creativo a la enésima potencia desde su labor como Instructor de Arte en la especialidad de Teatro, detalla cómo no requiere de pruebas de actitud para seleccionar a los alumnos motivados por esta manifestación. “Yo únicamente con ver los muchachos… la chispa que tengan en los rostros, y el modo de ellos expresarse, determino si pueden o no serme útiles para mis proyectos”.

Al tocar el tema relacionado al grupo atendido por él, no deja de citar la presencia ahí de Carlos Denis Fernández Menéndez. “Los seleccioné a él y a otros desde el segundo grado, el pasado curso escolar. Los fui preparando para las poesías, escuchándoles las voces, además de ayudarlos a forjar la actitud escénica… cómo enfrentarse a un público”.

Al remontarse al momento en que Mirta González Perera y Jorge Campanería Peña, se acercaron al grupo Abracadabra, direccionado por Rodríguez Rosabal, con el objetivo de hablar del largometraje a producir, dijo sucinto: “Les mostré los estudiantes que tenía, y fueron seleccionados los niños”.
Inicialmente Carlos Denis se mostraba reacio a estar en La Hoja de La Caleta, “porque en los ensayos él decía que el teatro no se comparaba con nada, ya que el teatro era lo máximo para él, y consideraba no sería asi en la película”.

– ¿Pero luego se convenció?

– “No mucho, algunas veces daba alguna guerrita… prefería ensayar la obra de teatro Azul a fin de irse al Festival Provincial. El niño fue filmando todas las escenas anteriores al evento, logramos participar, todo salió como lo esperamos y el Telefilme prosiguió sin dificultades hasta el final”.

Quiso agregar algo al respecto: “Los rodajes terminaban a las siete y pico u ocho de la noche. Veníamos para la casa nos bañábamos, comíamos algo y nos íbamos para el ensayo de la obra en la escuela… Teníamos energía de sobra”.

– Gracias al teatro Carlos Denis y el resto de los niños se muestran menos inquietos en el aula.

– “Ellos han cambiado, han aprendido a controlar la energía, el exceso de energía que tienen estos muchachos hiperactivos. A través del teatro han aliviado ese brío, lo han ido equilibrando”.

– ¿Algunos de los pequeños presentes en el filme son hijos de pescadores o tienen familiares vinculados a esa faena?

– “Hay cinco o seis alumnos familiares de pescadores, pero la mayoría son hijos de personas afines con otras profesiones: periodistas, abogados, maestros, médicos, ingenieros… No todos son hijos de pescadores”.

– Qué representó que el grupo de teatro Abracadra fuera partícipe del trabajo dirigido por la González Perera y Campanería?

-“Esto fue lo máximo para todos nosotros. Hemos laborado con bastante fuerza desde que salió este proyecto. Ya es la segunda generación que lo integra. Fue muy bueno resultar seleccionados porque así salimos del anonimato. Aún hay muchas personas de este municipio que desconocen de nuestra existencia, no porque no hagamos actividades, sino porque no se nos promociona, ni incluso los premios obtenidos. No se nos da todo el tiempo la importancia propia del grupo, no sólo dirigido a los infantes, también para la comunidad, hacia donde va el mensaje educativo y formador del arte.

La Hoja de la Caleta nos da la posibilidad de demostrar lo que sabemos hacer, donde está presente el grupo completo, lo que facilitó que en Abracadabra no se creen diferencias, porque todos hemos aportado algo. Que estemos ahí es un premio enorme para todos nosotros”.

– Tuviste la oportunidad de departir con Manuel Porto, y él se quedó encantado de conocerte. De esta relación surgió una propuesta para ti. Ofrecimiento dado por hecho por este gran actor cubano.

-“La oferta de Porto fue que nos uniéramos al Korimakao, algunos compañeros y yo en distintas especialidades: en música, cámara, y yo en la dirección. Es una decisión que desde mi humilde sentir no se puede tomar a la ligera, amén de que haya sido este Maestrazo de la actuación, Porto, quien hay hecho la invitación. Esto conlleva a dejar cosas atrás… Es una determinación seria… debo pensarla como es debido… resulta definitoria en la vida de cualquier persona”.

En casa

Cuando el sol se coloca en el ocaso, la familia Fernández Menéndez llega aprisa al interior del acomodado apartamento. Dailin pide disculpas al reportero, a quien no le inquietó la espera bajo la sombra de un edificio cercano. Las responsabilidades extra laborales nunca se encuentran ajenas en cada uno de nosotros. Carlos (padre) nos ofrece asiento en la breve sala, el resto de la prole: Carlos Denis y su hermanita Daileni, extienden las manos para señalarnos el asiento a tomar.

Quien tomó el rol de Berto estuvo tres meses sin pelarse, “aunque ahora como estoy es como debo ir al colegio, pero sí me gusta tener un cabello crecido”.

“Yo le digo a él hormiguito retozón… el juego le gusta cantidad. Eso le llamaba la atención a Campanería y a Mirta, en cuanto dejaban de filmar Carlos Denis se ponía a jugar, buscaba algunas piedrecitas y las impulsaba como si fueran bolas, en cuanto lo llamaban para otra escena entraba campante”, evoca la progenitora.

El niño, acota, el papa “ha cambiando en algo el comportamiento, se muestra un poquito maduro y con cierto fundamento”. Cuando nos interesamos en saber de quién lleva la letra de actor en la sangre, argumenta enseguida: “De ninguno de nosotros…”

Dailin exterioriza que eso lo descubrió Michel, en la escuela., “y el niño se enamoró del Teatro, al punto que fue al casting de la película engañado, pues eso no le interesaba. El director del plantel lo llevó hasta el cine Najasa donde estaban los directivos del filme. Cuando le tocó hacer las cosas indicadas, hizo más de lo señalado, eso les encantó”.

“Es que no sabía nada sobre película. Luego si me motivó, ahora sólo deseo acabe de salir, dicen que será para el verano… en agosto”, significa el talentoso pequeñín.

Gran premio de actuación masculina obtuvo en el Festival de Teatro, en el mes de abril pasado. Ya estaba metido de lleno en el rodaje, este evento de carácter provincial tiene lugar en Camagüey. Aunque Campanería y Oigrés se oponían a que fuera, Mirta estuvo de acuerdo, nos dice la madre.

“En cuanto terminé de actuar en la obra Azul, aborda Carlos Denis, donde hago dos personajes: Pichón y Cangrejo nieto y obtuvimos varios premios…un taxi nos trasladó a mamá y a mí hasta La Playa de Santa Cruz del Sur, ese día estuve grabando hasta las ocho de la noche. Así le estuvimos poniendo otras hojas a la caleta”. (Por: Raúl Reyes Rodríguez/ Colaborador de Radio Santa Cruz)