Ban Ki-moon decepcionado luego de dos rondas de Ginebra II
Naciones Unidas, 21 feb .- El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, manifestó hoy decepción por la inexistencia de avances importantes en las dos primeras rondas de la segunda conferencia internacional de Ginebra para una salida pacífica al conflicto en Siria.
Sin embargo, aseguró a periodistas que eso no significa el triunfo del pesimismo sobre las aspiraciones de alcanzar una solución negociada a la crisis en aquel país, donde por casi tres años grupos armados y financiados desde el exterior, incluidos extremistas y mercenarios, han tratado de derrocar al presidente Bashar al Assad.
En un contacto con la prensa acreditada aquí, poco después de una sesión del Consejo de Seguridad, Ban reiteró la salida política como la única viable para poner fin a un conflicto al cual atribuye "mucho más de 100 mil muertos y nueve millones 500 mil personas afectadas".
"Por eso pedimos a la comunidad internacional priorizar la solución política, porque de no lograrse esta, el pueblo sirio es el perjudicado", señaló.
Según el secretario general, no existe otra manera de detener las hostilidades fuera de Ginebra II, foro instalado el pasado 22 de enero en la ciudad de Montreux.
Seguiremos insistiendo junto al enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, sobre la importancia de la conferencia, expuso.
Hace cinco días concluyó la segunda ronda del encuentro, en el que participan representantes del Gobierno de al Assad y los sectores de la oposición que aceptaron el diálogo.
Brahimi, el anfitrión del proceso con sede en Ginebra, anunció entonces la celebración de una tercera etapa, aunque sin precisar fechas, centrada en temas como la violencia y el terrorismo, la formación de un ejecutivo de transición y la reconciliación nacional. Las conversaciones se desarrollan en un escenario complejo, porque Damasco demanda el fin del terrorismo que azota a la nación árabe, mientras los opositores, con el respaldo de Estados Unidos y sus aliados, exigen el establecimiento de autoridades de transición, sin la presencia de al Assad.
Washington y sus aliados occidentales y árabes solo aceptan de Ginebra II el fin de la gestión del presidente sirio, y su exclusión del futuro político del país, postura denunciada por tratarse de una injerencia en los asuntos internos.
(PL)