Reconoce OPAQ/ONU apoyo de Siria en eliminación de armas químicas

Naciones Unidas, 5 nov. -La coordinadora de la misión conjunta OPAQ/ONU, Sigrid Kaag, reconoció hoy ante el Consejo de Seguridad la colaboración recibida del gobierno de Siria en el proceso para eliminar las armas químicas en ese país árabe.

Según la experta holandesa, los pasos dados en el terreno demuestran que pueden alcanzarse los objetivos de desmantelar para el 30 de junio de 2014 todos esos artefactos, meta fijada en la labor de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y las Naciones Unidas.

A un mes del comienzo de los trabajos de ambas entidades en Siria, Kaag informó al Consejo de Seguridad sobre las acciones realizadas, la seguridad del personal que integra la misión conjunta, los recursos disponibles y las tareas por delante.

El equipo OPAQ/ONU concluyó hace unos días la fase correspondiente a la inspección de los sitios e instalaciones entregados por Damasco para la inutilización de medios con probabilidades de producir sustancias químicas de uso militar.

Al respecto, la coordinadora precisó que el grupo se alista para la próxima etapa, correspondiente a la destrucción de las armas, la que será definida en una reunión del Consejo Ejecutivo de la OPAQ, el 15 de noviembre.

Kaag explicó que el fondo fiduciario creado con el establecimiento de la misión conjunta cuenta con 10 millones de dólares, y están en marcha intercambios para evaluar los requerimientos financieros de cara a sus operaciones futuras.

El 16 de octubre se habilitó el grupo OPAQ/ONU para eliminar las armas químicas en Siria, a partir de una propuesta del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, al Consejo de Seguridad, después de que este aprobara el pasado 27 de septiembre una resolución para la destrucción de los citados medios.

Aunque la misión conjunta surgió hace tres semanas, especialistas de ambos organismos laboran en Siria desde principio del mes anterior.

La nación árabe vive un conflicto interno que en más de dos años ha dejado unos 100 mil muertos y alrededor de siete millones de desplazados internos y externos, como resultado de los combaten que libran tropas gubernamentales con rebeldes armados y financiados desde el extranjero.

El escenario se complicó con el tema del uso de las armas químicas y la amenaza de Estados Unidos de intervenir militarmente en la crisis, pero una iniciativa rusa -a la que se sumó Washington- y la decisión de Damasco de incorporarse a la Convención que prohíbe esos artefactos, evitaron la escalada bélica.

Fruto de ese proceso surgió la resolución del Consejo de Seguridad del 27 de septiembre, y el comienzo unos días después del trabajo en el terreno, coordinado entre la OPAQ, la ONU y el gobierno de Siria.(PL)