Alicia en Giselle: huella indeleble de la cultura cubana
La Habana, 7 jun.- Pedro Simón, director del Museo Nacional de la Danza, calificó de “importante huella de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, en su papel protagónico de Giselle”, la exposición Imágenes de una plenitud, abierta en la Galería de Los Oficios, de esta capital.
La muestra celebra los 70 años del debut de la mítica artista cubana en Nueva York, con el American Ballet Theatre, en uno de los personajes que la consagró como una de las mejores intérpretes de esa manifestación en el siglo XX.
Simón declaró a la AIN que estos cuadros comprenden generaciones de artistas cubanos y extranjeros, desde los años 40 hasta hoy, con nombres tan significativos como Servando Cabrera Moreno, Nelson Domínguez, Jesús Lara, Agustín Bejarano e Ileana Mulet, junto a los boricuas Lorenzo Homar y Francisco Rondón y el italiano Agostino Brotto.
Explicó que, tanto creadores de mediados de la centuria anterior, como otros que ahora emergen con sus obras, fueron impresionados por el arte de Alicia, en una colección muy variada por las formas -desde las académicas hasta las más vanguardistas-, técnicas y conceptos.
Entre los homenajes, destacó también la cancelación de una colección de sellos, por el Ministerio de Comunicaciones, que reproducen a todo color seis de las piezas exhibidas en la galería, y una hoja filatélica con la foto histórica de la primera función junto al bailarín Antón Dolin, el dos de noviembre de 1943, en el Metropolitan Opera House.
Aquella noche, la cubana sustituyó en el papel protagónico de Giselle a la famosa Alicia Markova, quien no pudo bailar entonces debido a una lesión.
En la Isla, Alicia bailó por vez primera la famosa pieza el seis de junio de 1945, en el habanero coliseo Auditórium, al que la eminente artista acudió para reeditar su éxito en las filas del American Ballet Theatre. (AIN)