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Elecciones en Venezuela, para bien de la integración latinoamericana y mundial

Elecciones en Venezuela, para bien de la integración latinoamericana y mundialA tenor con acontecimientos que han marcado la vida, pareciera que abril está signado para convertirse en mes de victorias para dos naciones hermanas, Cuba y Venezuela.

La historia más reciente marca a ambos pueblos en el enfrentamiento al imperio yanqui y en la lucha por establecer normas y modelos sociales, que favorezcan a las grandes mayorías de sus poblaciones.

La soberanía intrínseca de la las leyes revolucionarias aplicadas por la triunfante Revolución cubana a partir de 1959, desbocó todo un proceso de agresiones amparadas por los vecinos del norte, con un criminal costo de vidas humanas y pérdidas a la economía de la Isla; pero a su vez generador de un casi unánime sentimiento de lucha, que auspició el heroico desenlace del 19 de abril de 1961, con la primera gran derrota para el imperio en América Latina.

A 52 años de la memorable gesta cubana, y en otro abril de victorias, en la hermana República Bolivariana de Venezuela el pueblo abortó una nueva maquinación de los yanquis y la oligarquía lugareña, cuando en 2002, y en menos de 72 horas, desmembró el golpe de estado contra el democráticamente elegido presidente Hugo Chávez, quien ya ponía en marcha y hacía avanzar un abarcador programa de mejoras, a partir del adecuado manejo de las riquezas y el patrimonio.

Por supuesto, tal proceder se convertía en algo lesivo para los intereses de la derecha y el imperio, poseedores hasta entonces de los mayores usufructos de Venezuela, y quienes en una permanente política de sabotajes y agresiones, con el consiguiente costo de vidas humanas, y chanchullos parlamentarios seudo democráticos, han puesto zancadillas a cuanto proyecto económico y social aplique la Revolución Bolivariana, desvirtuados además, en todo su valor, por una descarnada y falaz embestida mediática, dentro y fuera del país.

Aquel 11 de abril del 2002, disparos de francotiradores pagados por la derecha y policías metropolitanos dejaron al menos 19 muertos y 100 heridos. Horas después, representantes de los sectores más conservadores de la oligarquía, apoyados por algunos altos oficiales del ejército, secuestraron al presidente Chávez con la intención de asesinarlo, tal como lo contó en reiteradas ocasiones el propio mandatario.

Pero volviendo al escenario venezolano del presente abril cabría preguntarse, ¿a donde irían a parar las humanas misiones tan beneficiosas para los venezolanos, que sólo un Partido como el de Chávez, han posibilitado mantener y desarrollar en medio de disímiles maniobras de la derecha para hacerlas fracasar?

¿Podría creerse que el postulante de la derecha mantendría tales beneficios para el pueblo?, quien además se precia de un retórico cacareo para popularizar su reorientada campaña dirigida por los asesores yanquis, artífices de la mentira y el engaño en las fanfarrias electorales, con enjundia de las orquestadas en la república bananera de Miami, que dio tramposa victoria al tristemente recordado George W. Bush, “El hijo”

¡Que nadie se lleve a engaño!, pues son ese mismo imperio y la derecha venezolana, los que en el presente abril maquinan nuevas acciones para retrotraer a la nación bolivariana al neoliberalismo, y sí no revisemos publicaciones del 2002 y veremos declaraciones, fotografías y acciones de los golpistas, entre ellos, Capriles Radonski, donde apoya acciones para desaparecer todo vestigio de los avances sociales en Venezuela, logrados por el Gobierno Bolivariano de Hugo Chávez, ahora con su continuador y candidato presidencial Nicolás Maduro al frente.

Es ese mismo Capriles Radonski el que apuntaló un Gobierno de facto encabezado por el entonces titular de la patronal Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), Pedro Carmona, quien de forma arbitraria y unilateral con sus allegados, y luego de de una intensa campaña desestabilizadora desatada meses antes, abolió la Constitución Nacional aprobada en el año 2000 por la mayoría del pueblo venezolano.

Es ese postulante de la derecha, el mismo quien durante la Regencia golpista de menos de 48 horas lideró la feroz persecución contra ministros y dirigentes del Gobierno, así como de partidarios del chavismo; y quien violando toda norma diplomática accede temblequeante por una escalera a la embajada cubana en Caracas para perseguir “y hacer justicia”, según propias declaraciones.

Han transcurrido más de medio siglo de la primera gran derrota infligida por los cubanos al imperialismo en América Latina, y 11 años de que el pueblo venezolano abortara la sedición golpista proyanqui, y la historia sigue signando al mes de abril para acontecimientos soberanos, pues ahora vuelven a enfrentarse en un ejercicio de transparente democracia la entereza representada en el Partido Socialista Unido de Venezuela, de Chávez y Nicolás Maduro, y el desafuero de la proyanqui derecha, que sin lugar a dudas, será aplastada en las urnas hoy 14 de abril por la marea roja de la razón bolivariana, para bien de la integración latinoamericana y del mundo.

Por Pedro Paneque Ruiz/ Radio Cadena Agramonte