Se suman santacruceños al reclamo mundial por una infancia feliz

Se suman santacruceños al reclamo mundial por una infancia felizLa niñez forma parte del desarrollo humano, y es de las primeras etapas de vida del hombre, que se ha dado en llamar el período más hermoso de la existencia.

Pero en contradicción con ese pensamiento, a través de la historia, los niños han sido víctimas de la violencia de padres, de guerras, de un sinnúmero de desgracias, que al sobrevivirlas, dejan secuelas imborrables por el resto de sus años.

Hoy se celebra el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, cuya génesis data del 19 de agosto de 1982, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Resolución ES-7/8, decidió dedicar cada 4 de junio a los niños que han padecido y padecen agresión de cualquier tipo.

Y aunque hoy en el mundo millones de niños son víctimas de la violencia de padres y familiares, y de los avatares de las guerras y odios de gobiernos y etnias, o facciones religiosas, también millones de personas, organizaciones y gobiernos trabajan por el futuro y el bienestar de los pequeños, para que tengan una trato adecuado, con alimentación, hogar, salud, educación, y sano esparcimiento asegurados, y no sean maltratados ni sean objetos de los crímenes que cada día se cometen en diferentes partes del mundo con niños y niñas.

Según la resolución ES-7/8 aprobada ya hace 30 años, la intención de este día es dar a conocer el sufrimiento infantil en todo el mundo, producido por los maltratos físicos, mentales y emocionales. Su principal objetivo por parte de la Organización de las Naciones Unidas, es proteger los derechos del niño.

Y aunque existen organizaciones diversas que defienden los derechos infantiles, queda mucho por hacer, y solo algunas naciones verdaderamente realizan una labor encomiable en defensa de la infancia.

Uno de esos países es Cuba, que ha sido desde el triunfo revolucionario velador de los intereses de la niñez, asegurándole una infancia desprovista del peligro de la mendicidad, del abandono, del tráfico o la prostitución a que son sometidos en muchos países.

Hoy los niños en Cuba pueden disfrutar de una educación asegurada, un sistema de salud con tratamiento incluso antes de nacer, con programas especiales de educación regular y especial, con programas de salud, con atención a los que no tienen amparo filial, asegurando la inserción de esos pequeños a la vida social sin obstáculos ni discriminaciones.

Es una política del gobierno el aseguramiento de todas las condiciones para los niños cubanos, con todas las medidas establecidas en función de consolidar un desarrollo infantil normal, sin peligros ni discriminaciones, cumpliendo con el postulado martiano que “los niños naces para ser felices”. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)