Los campeones de la crisis global
Estados Unidos y Europa, las principales égidas de poder en el orbe, siguen siendo el centro de los resultados negativos en medio de la crisis global de los mercados. La depresión nace en el sistema neoliberal e interdependiente de sus economías, sobre todo en la estadounidense, donde estalló la burbuja financiera a mediados de 2007.
Estados Unidos vive, según los especialistas, uno de los escenarios más temidos, una combinación de crisis financiera y recesiva, que luego propaga al resto de las principales potencias.
El resultado de hoy es un proceso de continuas quiebras empresariales generalizadas, con despidos masivos, advierte un artículo reciente de la publicación digital Rebelión.
Según los especialistas, a la agudización de la quiebra industrial y financiera en Estados Unidos y Europa se suman las principales consecuencias de la caída del consumo, los primeros signos de deflación y las bajas salariales negociadas para evitar más despidos.
El encarecimiento de la gasolina hizo que el mes pasado aumentará la inflación en los precios al por mayor en Estados Unidos, como también el costo de los automóviles y los muebles.
El índice de Precios del Productor, que mide los cambios de los precios antes de que lleguen al consumidor, aumentó el 1,6 por ciento en julio. El índice ha subido el 5,8 por ciento el último año.
Con la exclusión de los precios de los alimentos y la energía, los mayoristas subieron el 0,5 por ciento, el segundo aumento más notable en los últimos 12 meses.
De acuerdo con datos oficiales el precio de nuevos automóviles experimentó su mayor encarecimiento en casi dos años, mientras que el de algunos tipos de muebles creció el 6,9 por ciento.
The Wall Street Jornal advierte que si los mercados de créditos continúan paralizados, el impacto sobre empresas y consumidores se ampliará, reduciendo el acceso al préstamo, al gasto y a la inversión y por tanto aumentará los despidos laborales.
Por solo poner un ejemplo, la automotriz General Motors, uno de los grandes de Detroit, informó que como estrategia para revertir su depauperada situación, 50 mil personas irán a la calle por reducción de gastos, aunque, si quebrara, muchos más serían los expulsados.
Una cadena de anuncios de cierres de empresas que ya elevan el número de desocupados hasta 19,4 millones marca el escenario.
La Comisión Europea asegura que al cierre de 2011 se habrán perdido 5,8 millones de empleos en la zona del euro y la desocupación escalará al 10 por ciento.
Japón, por otra parte, a la cabeza de las malas noticias en Asia, registró en el último trimestre de 2011 la mayor contracción desde 1974, de 3,3 por ciento, lo que lo ubica en su peor crisis en nueve años.
También el déficit comercial de la tercera economía del globo tuvo valores récords de nueve mil 900 millones de dólares, cuando las exportaciones, fundamentales en ese país, se hundieron en marzo hasta menos del 13,9 por ciento.
Además, el indicador clave del estado actual de los mercados nipones perdió 2,6 puntos con respecto al mes anterior.
Según el analista político estadounidense Roger Ricardo, en su artículo Europa a punto de estallar, la economía mundial se está desacelerando al ritmo más rápido jamás registrado.
Consideraciones recientes del Banco Mundial indican que el agujero monetario en los países en desarrollo suma entre 500 mil y 700 mil millones de dólares al año, a causa de la disminución de los flujos de capital.
Inversionistas y banqueros consideraron que una contracción inesperada ante la falta de recursos financieros en el sector de los servicios fue la evidencia de que la economía de Estados Unidos y Europa está hundiéndose hacia una clara y evidente recesión económica.
Esta situación se esclareció aún más con un reciente informe del Institute for Supply Management que nubló todo tipo de optimismo en los inversores al indicar la existencia de un recalentamiento de la economía en occidente.
El documento reforzó la percepción de los inversionistas de que "nos encontramos ante una nueva una recesión", según Todd Salamote, director de transacciones en Schaeffer´s Investiment Research.
Para el empresario estadounidense, los valores más afectados se encuentran en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España, donde los bancos, aseguradoras y compañías químicas son los más impactados.
El analista norteamericano en temas económicos Rodney Smith, señaló que en general -en los mercados- los inversores se han mostrado escépticos ante cualquier plan de emergencia para el viejo continente.
En medio de esta coyuntura, el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, alertó a los gobiernos y organismos de crédito para que estén atentos a los tambaleos que postran las finanzas globales.
Para el eminente profesor Edmund Phelps, premio Nobel de Economía 2006, la actual coyuntura requerirá no menos de 10 años si se pretende avizorar una salida más o menos clara.
Escrito por Rafael Contreras, Jefe de la redacción Económica de Prensa Latina.