Colectivo feliz reestrena Emisora Radio Santa Cruz
Nacida el primero de mayo de 1968, hace ya 42 años, la emisora municipal Radio Santa Cruz transitó por varias etapas de existencia en diferentes locales de la ciudad cabecera, hasta ubicarse finalmente en la esquina de calle F y Central, en el número 32. Una edificación de dos plantas que originalmente concebida para otros fines, apenas cumplía con su cometido de institución para su propósito cultural, recreativo, político e ideológico.
El tiempo, las inclemencias climatológicas, y el deterioro propiciaron que el inmueble de Radio Santa Cruz, necesitara una urgente reparación capital y cambios en su estructura interna y externa. Este 2010 fue el año en que se acometieron tales acciones, encaminadas a conformar una planta radial acogedora, moderna, con los requisitos indispensables para hacer de ella un lugar donde sus trabajadores se sientan en un ambiente agradable, ameno, pleno de confort y belleza.
¿Y quiénes fueron los principales protagonistas de esta obra colosal, llena de sacrificios y entrega a la nueva tarea asignada?
Los trabajadores de Radio Santa Cruz, que llenos de optimismo y amor por su profesión, por su lugar de trabajo, se enfrascaron en un empeño mayor que el deber cotidiano, laborando en condiciones adversas, sin los requisitos necesarios para las transmisiones, con el personal dividido en las dos tareas fundamentales: el trabajo radial cotidiano, y el aporte constructivo en la remodelación de la planta.
Son muchos los nombres de los compañeros que a lo largo de este 2010, se destacaron y dieron lo mejor de sí en esta obra, y descollan en esa labor las figuras de nuestra directora Lesvia Fernández, incansable impulsora en esta y las demás tareas de la radio sureña, o nuestro administrador Isaías Manuel acuña Palenzuela, alma imprescindible en las obras de reparación. Les acompañan Yoani Yero, Rafael Carbonell, Reyvi Bilbao, Heriberto Hernández, Adrián Pérez, Yoesbel Rodríguez, Rolando Canaura, y otros muchos.
Horas robadas al sueño, al descanso, al sosiego de la tranquilidad hogareña, cambiadas por la inquieta y apremiante labor de la descarga de materiales, del engorroso proceso de desmantelamiento de los estudios y otros locales, y del control de cada hora de cada acción, de cada miembro del colectivo de radialistas santacruceños.
Mucho empeño y amor derrochados por un solo fin: lograr el anhelo de los trabajadores de Radio Santa Cruz, de contar con un centro capaz de hacerles sentir como en casa, un refugio para convertir los sueños en la realización fehaciente de un regalo cotidiano, donde el oyente viva, piense, medite, disfrute y emprenda ese viaje etéreo donde la imaginación y realidad se insertan en el corazón.
Y para ese pueblo, para cada hombre, mujer o niño que es asiduo de la programación local, que acompaña sus días con las ondas radiales de Su Emisora Amiga, los trabajadores de Radio Santa Cruz, volvemos renovados y con nuevas fuerzas, como nuestra planta radial remodelada y hermosa, y decimos, parafraseando al Guerrillero heroico, “Ya estamos de nuevo bajo el costillar de Rocinante, con la adarga al brazo”, para volver a las batallas cotidianas con las sencillas armas de la palabra y el intelecto, con el noble propósito de educar, recrear e informar.
(Por: Hugo Betancourt Mayoral / Radio Santa Cruz)